¡Qué triste es no tener amigos en el trabajo! Sí, es fome. Aunque algunos disfracemos esta carencia con una “indiferencia cool”, o con la clásica excusa de que “vengo a trabajar y no a compartir” –frase que por lo demás parece de reality- el tema es complejo. Hay quienes sienten un auténtico dolor cuando no tienen espacios de esparcimiento con los pares. Bueno, nadie se muere, pero pasamos ocho horas en el mismo espacio, y en algunos casos muchas horas extra adicionales que aumentan la problemática.
Cultivar amistades en la pega, o fuera de ella, es fundamental para la calidad de vida. La amistad es un tipo de relación que nos permite disfrutar la vida… y mirarla con más claridad cuando se pone pesada. La empatía es clave, pues comprender lo que otro siente es una gran habilidad. Y es que si faltan lazos con compañeros en la oficina la cosa se pone cuesta arriba. Si el apoyo mutuo, la comunicación y la armonía general son nulas, es porque algo malo está pasando.
Ambiente “respirable”
Tener amigos en el trabajo ayuda a incrementar el rendimiento personal, según una encuesta difundida este año por Trabajando.com. Ésta sostiene que la amistad es valorada en el ámbito profesional, debido a que genera un buen clima. También, indica que trabajar con amigos favorece el compromiso con las tareas, incrementa la voluntad de alcanzar logros, fortalece los vínculos de la gente en y hacia la organización y refuerza la satisfacción por el propio trabajo.
Fuente de enfermedad
Además este es un tema que involucra la salud. Las relaciones interpersonales deficientes, malos ambientes sociales y falta de apoyo o ayuda de compañeros y supervisores son factores que afectan el bienestar. Al respecto, expertos sostienen que esta condición de soledad tiene altas probabilidades de causar estrés. ¿Cómo se manifiesta?: con reacciones físicas y emocionales nocivas.
Sin embargo, lo que es estresante para una persona podría no ser una problema para otra. Por ello hay estrategias empresariales para ayudarles a sobrellevar las situaciones que generan malestar en sus empleados (un ejemplo son las pausas saludables).
Compañerismo
Debemos recordar que el entorno laboral se diferencia radicalmente con el universitario. Es un paso, un cambio al que hay que adaptarse y que no es para todos fácil. Por eso, resulta positivo considerar que el trabajo no es sólo un medio de realización profesional, sino que también personal.
Hay un término medio al que pueden apuntar quienes tienen dificultades: el compañerismo (tono gris entre la amistad y la indiferencia). Una agradable conversación es un descanso y un café rápido en un pasillo una forma de limar asperezas.
Las amistades laborales, por lo tanto, podrían ser un buen apoyo en momentos de tensión. Tener confianza para expresar de forma íntima sentimientos de inseguridad, miedo o rabia, es saludable, siempre que sea un acercamiento fluido… jamás forzado.
¿Qué haces para favorecer tus relaciones en el trabajo?