A partir del 2 de septiembre de 2013 los chilenos tendremos nuevos y modernos documentos de viaje e identidad. Ambos contarán con al menos 25 medidas de seguridad en tres niveles, una de las cuales será conocida sólo por el Registro Civil, Carabineros y la PDI.
Tanto el nuevo pasaporte como la renovada cédula tendrán un código "QR" y un microchip que almacenará datos e información biométrica, con el objetivo de evitar la falsificación y el fraude.
Por su parte, la cédula estará hecha de un placa de policarbonato e incorporará técnicas láser, ultravioleta e infrarrojas para verificar su autenticidad, eliminando la tinta. Además, el diseño será diferente, la fotografía será en blanco y negro, ubicada sobre un fondo azul y habrá más espacio para la firma. Mientras que el microchip guardará 80 kb con datos e información protegida por clave y contendrá información de rasgos faciales (capturados en la foto y huellas).
En la parte trasera, se indicará el lugar de nacimiento de la persona y no la oficina donde fue inscrito, como hasta ahora. A eso se suma el registro de la profesión (que continúa siendo opcional), más datos de discapacidad y donación de órganos.
La Ministra de Justicia, Patricia Pérez, destacó que pese a toda la tecnología que incorporarán los nuevos documentos se mantendrá su precio: $3.600 para la cédula de identidad y $48.900 para el pasaporte de 32 páginas. Así mismo, las actuales cédulas van a conservar su vigencia y no es obligación renovarlas.
Ventajas de los nuevos documentos:
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Darán mayor certeza en la identidad de las personas en transacciones presenciales y virtuales, en el caso de la cédula de identidad electrónica.
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Prevendrán la falsificación y la adulteración.
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Facilitarán la verificación de identidad del titular.
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Para acceder a los datos públicos del chip, se requiere conocer datos impresos en el documento, evitando así el acceso no autorizado.
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Las características de seguridad permitirán comprobar de manera fácil y rápida la autenticidad del documento.
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La cédula de identidad electrónica permitirá seguir viajando a países sudamericanos sin la necesidad de pasaporte.
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Los pasaportes electrónicos permitirán interoperabilidad mundial, lo que facilitará y acortará considerablemente los tiempos de ingreso a los países que cuenten con controles de frontera automatizados.