Aristóteles, sabiamente, decía que “no es suficiente saber lo que hay que decir, también hay que saber cómo decirlo”. Y es que algo que puede sonar tan simple como decir “NO”, puede ser una desagradable piedra de tope, de esas que no te dejan ser tú mismo, reprimiendo tus sentimientos o sensaciones frente a un tema y, lo más importante, irrespetando tu propia opinión, ya sea en el plano personal o laboral.
Pero como aquí estamos para ayudar, en Profesionales hemos discutido el tema y sacamos algunas conclusiones, basabas en nuestra propia experiencia, sobre cómo aprender a decir que no, sin sentir que estas hiriendo o decepcionando a alguien.
Comienza por definir tus prioridades, pensando en a qué tendrías que renunciar para atender esa petición. A la vez, analiza qué motivos te incitan a decir “sí”, pudiendo ser desde tu temor a enfrentarte a alguien, hasta el hecho de no querer parecer egoísta.
Cuando estés listo, ten en cuenta los siguientes puntos:
1.Evita dar una No muy seco, entregando las razones por la cual decidiste tomar ese camino, ya que un “no” rotundo podría generar algún tipo de resentimiento.
2.- Ante un “No”, siempre es recomendable dar alternativas que suenen amigables. Por ejemplo, “no, pero te propongo lo siguiente…”. De esta manera, ofrecer otras posibilidades suavizará la negativa.
3.- Si te están pidiendo un favor o te están ofreciendo algo que no quieres aceptar, lo más recomendable es agradecerle al otro que haya pensado en ti y luego dar tus razones de por qué “No”. Así tu respuesta sonará más empática.
4.- Intenta dejar muy claro que le estás diciendo “No” a la petición, no a la persona. Eso evitará malos entendidos y malestar por parte de la otra persona.
Y a ti, ¿Te cuesta decir que NO?