El mobbing, bullying o acoso laboral es un problema realmente serio en muchas compañías a lo largo y ancho del mundo. Pudiendo reducir drásticamente el desempeño de cualquier profesional que se vea sometido a este tipo de situaciones. Por eso en este artículo proponemos una breve guía para evitar los maltratos, o tomar cartas en el asunto en caso de que ya seamos víctimas de este tipo de situaciones.
El acoso persistente a un compañero de trabajo, como la relegación social, los apodos o motes, la humillación en público o las bromas pesadas, pueden tener consecuencias muy negativas para la persona y para la organización. No solo se tensa el ambiente de trabajo, sino que la víctima puede ver su salud física y mental comprometida, a tal grado que no pueda cumplir satisfactoriamente con sus obligaciones diarias.
Si este es el caso por el que pasamos actualmente y somos víctimas del acoso laboral, hay muchas maneras de defendernos y cortar de raíz cualquier tipo de acoso. El mayor inconveniente por el que pasan las víctimas de este tipo de tratos es la vergüenza y la impotencia, ambas sumadas al miedo de perder el puesto de trabajo por acusar o denunciar malos tratos.
El primer elemento es, como podremos deducir, quitarnos la vergüenza de denunciar y hacerlo. Podemos recurrir a nuestros gerentes o jefes para denunciar malos tratos o, si estos provienen de alguien superior a nosotros, siempre podemos ir un escalón más arriba en la pirámide organizacional. Debemos tener en cuenta que muchas veces los jefes no ven, por falta de interés o tiempo, las situaciones diarias de los colaboradores y es importante hacérselas saber.
El segundo elemento es el de marcar territorio. Esto implica hacerle saber a el o los agresores que se han metido con la persona equivocada y que no tenemos ningún tipo de inconveniente en denunciar las malas actitudes. Una reunión con el departamento de recursos humanos puede poner fin a este tipo de situaciones.
Un tercer elemento, que va por fuera del ámbito laboral, es el de buscar ayuda profesional. Los psicólogos, mentores y coachs son excelentes aliados a la hora de sobrepasar una situación de mobbing laboral, ayudar a mejorar la autoestima y hacernos saber que, si existe un bull o abusador, también es porque existe un abusado que ocupa ese papel y se deja maltratar.
Si todo falla, siempre podemos recurrir a la justicia, denunciando malos tratos en el ámbito de trabajo y generando demandas tanto a los implicados en casos de acoso laboral como a los jefes por descuido y a la compañía toda por su falta de control. De esta manera, podemos obtener al menos un resarcimiento económico sabiendo que, en la mayoría de las veces, el empleado sale ganando.
Y usted, ¿qué otro tipo de acciones sugiere para evitar el bullying laboral?
Fuente imagen: Esta imagen es una obra derivada de Worried - 62/365 por Roberto Bouza, disponible bajo la Licencia de Atribución en http://www.flickr.com/photos/bouzafr/4151256995/