Entre los elementos que se deben tener en cuenta, a la hora de tener una entrevista laboral, no debemos olvidar la preparación. Si un profesional va preparado a la entrevista, esto se nota, así como también puede notarse si no ha "hecho la tarea". En este artículo, veremos cómo prepararse para una entrevista, definiendo las fortalezas que hacen de nuestro perfil la opción correcta para la compañía.
Cuando llega el momento de la pregunta crítica "Y usted, ¿puede decirnos cuáles son sus fortalezas?", más de un profesional flaquea. Hay que tener nervios de acero para contestar correctamente a esa pregunta, sin irnos demasiado por las ramas y sin parecer engreídos o irracionales. Tener la capacidad de definir las fortalezas propias, desde una capacidad autocrítica, hace que la entrevista sea mucho más fácil.
Es por esto que debemos prepararnos de antemano a esta pregunta. En primer lugar, existen varios tipos de fortalezas que podemos nombrar, dependiendo de nuestro perfil, nuestra educación y nuestro nicho de negocios. Hay mercados que son más propensos a tomar personas extrovertidas, poco estructuradas y proactivas, mientras que otros puestos de trabajo requieren perfiles metódicos, organizados y orientados a resultados.
Ahora bien, no solo se trata de enumerar nuestras fortalezas (que para una entrevista óptima, no deben ser más de tres ni menos de dos), sino de dar ejemplos concretos. Aquí viene el elemento de experiencia del profesional. Poder dar un ejemplo concreto del pasado para cada una de las fortalezas en cuestión ayudará a dar base a lo que estamos intentando decir, además de sentirnos más confiados.
Por otra parte, es importante dejar en claro que podemos sumar valor a la compañía con nuestras fortalezas. Esto también implica preparación, ya que el puesto requiere de determinado enfoque y la empresa posee una misión y visión en particular. Si podemos sumarle a la explicación de nuestras fortalezas cómo estas ayudarán a la empresa a mejorar su competitividad y cómo podemos sumarle valor al departamento donde trabajaremos, mucho mejor.
Antes de someterse a un proceso de evaluación por un externo, en este caso el entrevistador, es importante someterse a uno propio. Dicho esto, sin conocimiento de nuestras aptitudes, poco podremos decir a la hora de llevar adelante la entrevista. Para evitar esta situación, podemos tomar notas de pequeños logros, situaciones exitosas o felicitaciones de nuestros jefes para elaborar un listado de fortalezas a desarrollar.
Hecho esto, tomaremos las tres principales y las llevaremos con nosotros a la entrevista, cual emblema de guerra, para que todos los procesos de selección por los que pasemos sean únicos y basados en la realidad. Nunca está demás, sin embargo, practicar frente al espejo la respuesta a este tipo de preguntas, ya que allí veremos nuestro lenguaje explícito e implícito.
Y usted, ¿cómo respondería a este tipo de preguntas?
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