En el mundo profesional, existe la dicotomía sobre si una mujer debe recurrir o no a sus encantos o atributos para buscar un ascenso. Al haber opiniones encontradas al respecto, en este artículo veremos qué han revelado los estudios con respecto a si coquetear con los hombres en el trabajo puede aumentar o no las posibilidades de ascender.
Existe la creencia popular de que aquella mujer que necesita coquetear para ascender no se vale demasiado de sus aptitudes o conocimientos profesionales. Esto es una imagen que han implantado las películas y novelas sobre la mujer en el trabajo, material que, como sabemos, está producido y dirigido mayormente por hombres.
Por un lado, están aquellas mujeres, que confían en sus atributos personales para conseguir lo que quieren. A través de alabanzas llegan a lugares donde ninguna charla profesional podría haberlas llevado. Además, lucen escotes pronunciados y vestidos ajustados para que la estrategia funcione mejor, y de hecho, funciona. Los estudios han revelado que los hombres no suelen tener éxito con estas tácticas, mientras que sí funcionan para las mujeres.
Por otro lado, están las mujeres que piensan que este tipo de prácticas es degradante o de bajo profesionalismo. Ellas recurren a sus conocimientos y resultados tangibles, a los esfuerzos en los que se basa su equipo de trabajo y a los números al finalizar el mes. Este tipo de comportamiento es muchas veces mejor tomado que el anterior, por el común denominador de las empresas tradicionales.
¿Cuál gana la puja por el ascenso? La base aquí es la mirada profesional por sobre todas las cosas. Concordamos que, si hay reglas en la carrera por el ascenso en una corporación, las mismas deben estar claras para todos los colaboradores. Existen perfiles de mujeres más agresivos que pueden lidiar con ambientes en los que el coqueteo está bien, mientras que aquellas profesionales de perfil bajo pueden sentirse más cómodas siempre y cuando no tengan que coquetear para ascender.
Más allá de la vía que elija una mujer para desarrollar su carrera en la compañía, debe tener en cuenta que su paso dejará huellas. Esto es, que si en algún momento le toca liderar un equipo de trabajo, educará la actitud y aptitud de sus colaboradores con el propio ejemplo. Dicho esto, el elemento a plantearse es qué tipo de equipo de trabajo queremos forjar, hasta cuál será la filosofía de nuestro departamento a la hora de desempeñarse en la vida cotidiana de la empresa.
Para aquellas mujeres emprendedoras, la filosofía es la misma. Si además estamos criando hijos, ellos nos verán como el ejemplo a seguir, por lo que estando atentas al tipo de educación que estamos otorgando con nuestras acciones, las mismas tendrán consecuencias sobre el futuro de nuestros hijos.
Dicho esto, se abre el debate. ¿Usted piensa que está bien coquetear para ascender en el trabajo?
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