La adicción por los teléfonos inteligentes o smartphones está creciendo cada día más, sobre todo, para los usuarios de Blackberry. Según investigaciones de reconocidas consultoras, el alerta está ya instalado en las personas que viven en las grandes ciudades del mundo, aunque muchos de ellos hacen caso omiso a la noticia, porque creen que es más importante hablar y navegar con su celular que hacer cualquier otra actividad.
Por su parte, Verónica Dema, del diario argentino “La Nación”, informa sobre los datos arrojados tras una investigación de la consultora Carrier y Asociados, sobre el amor y la pasión que generan los Blackberry en las personas, donde cientos de usuarios dicen que “no pueden vivir sin él” o que “ya forma parte de su vida”. La costumbre de mirar al teléfono cada diez segundos es crónica para muchos y aunque se pueda usar el PC de la empresa, varios son los que prefieren responder los mails desde el BB, porque es más rápido y cómodo.
La excusa principal es el hecho de usar los móviles para realizar tareas del trabajo, según indican los especialistas de la Universidad de Monterrey en un reciente estudio, dado a conocer por el periódico mexicano “El Universal”. El aparato, sea BlackBerry o de cualquier otra marca, genera dependencia y placer al mismo tiempo, lo mismo que puede causar una sustancia adictiva.
Otro de los problemas que también citan psiquiatras y psicólogos tiene que ver con el hecho de no poder apagar el celular cuando se terminó la jornada laboral e incluso cuando es fin de semana o se está de vacaciones. Esto tiene una razón, dice Georgina Elustondo del sitio "Entre Mujeres", y es que la patología de las emociones es cada vez mayor: se necesita estar conectado las 24 horas del día sin importar dónde se esté, ya sea en la oficina, en un bar con amigos, en la casa, en la playa o en el supermercado. A las personas que tienen este problema se los llama “crackberry” y se caracterizan por estar alejados cada vez más de los contactos personales y más conectados a las redes sociales.
Por eso, para aquellos que no pueden dejar el celular en ningún momento, les damos algunos consejos. En primer lugar, reducir los estímulos, cerrando las aplicaciones que tienen avisos o alertas. Si se está en el hogar, apagar el celular y dedicarse a otras actividades como ver una película, jugar con los hijos, cocinar, hablar con la pareja, etc. Durante las vacaciones (y cuando terminó el horario de trabajo), disminuir las veces que se chequean los correos o las notificaciones del Facebook. Junto con ello, se puede poner en “vibrador”, para no molestar cuando se está conversando en la sobremesa, o bien, intentar dejarlo en el hotel cuando se sale a dar un paseo.
Y usted ¿está dispuesto a dejar de lado el celular durante las vacaciones o mientras descansa?
FUENTE IMAGEN: Cea. Esta imagen es una obra derivada de Marino di Torre Del Lago - Beach Phone por Playing Futures: Applied Nomadology, disponible bajo la licencia Licencia de Atribución en http://www.flickr.com/photos/centralasian/7675694976/