Durante lo que va de este año, el precio del dólar no parece querer subir, más bien la tendecia es seguir bajando, incluso por debajo de la barrera de los $470 y menos.
Si bien este valor del dólar que pareceria ser excepcional, en la práctica y dado el actual escenario económico internacional, pareciera no serlo.
Hoy muchos capitales extranjeros están buscando economías emergentes para capear los estragos de la crisis económica, más aun, en la última cumbre económica de la CELAC UE se habló de "la decada de latinoamerica", debido a sus buenas tasas de crecimiento y estabilidad económica y política de muchas de sus economías, en donde Chile pareciera ser uno de sus principales referentes. Lo que se hace muy logico con sus tasas de desocupación cercanas al 6% y un crecimiento esperado para el 2013 en torno al 5%, por lo que se podría esperar una -no despreciable- entrada de capitales durante los próximos años, lo que se sumaría a la entrada natural de dólares producto de las crecientes inversiones en minería en el norte del país y a un creciente valor del cobre a medida que el mundo se recupere de la crisis.
Lo anterior, pareciera ser el sueño de una economía que espera entrar al desarrollo económico, pero tiene un antagonista, llamado sector exportador, el cual va a tener que operar con un dólar bajo por varios años, por lo tanto serán el foco de atención principalmente para las políticas públicas.
De este modo es de esperar reiteradas peticiones por parte de las asociaciones exportadoras al Banco Central exigiendole que intervenga el precio del dólar, alegando que de no hacerlo se verán afectadas las exportaciones del país y se generarán despidos, lo cual ya ha sucedido en reiteradas oportunidades en años anteriores.
La diferencia en esta oportunidad es que el Banco Central no puede hacer nada para frenar la caída del precio, no por falta de recursos para salir a comprar dolares, sino por que estamos hablando de una tendencia en el mediano plazo que ímpulsará un dólar bajo propiciada por factores externos. No estamos frente de un hecho puntual que dependa netamente de la economía chilena, por lo que todos los esfuerzos del ente rector serán neutralizados muy rápidamente.
Por lo tanto el Banco Central NO DEBE INTERVENIR EL PRECIO DEL DÓLAR, más bien las asociaciones exportadoras deberán velar por un mayor dinamismo del sector, para hacerlo más competitivo en el largo plazo, de diversas maneras, dentro de las que destacan trabajar con instrumentos financieros de cobertura y tecnificar sus procesos internos para aumentar la productividad, buscando mayor eficiendcia en el uso general de los recursos, en otras palabras hacerce más competitivas en un contexto global.
Por su parte el Gobierno debiese ser la plataforma que impulse este cambio, entregando no tan solo recursos mediante créditos blandos, sino que entregando la debida capacitación a estás asociaciones que les permitan incorporar las mejores prácticas de gestión, por otro lado se deberá tocar y estudiar la actual legislación laboral, que le entregue más flexibilidad al sector en caso de ser necesario, y aunque este punto es un temá más bien político, economicamente es muy importante para hacer más competivas a nuestras empresas si queremos entrar a las grandes ligas internacionales. Sebastián Mathews Economista - Universidad Andrés Bello @sebamathews