Muchos profesionales anhelan con poder convertirse en empresarios algún día, porque esta decisión representa libertad para tomar decisiones, una mejora en la calidad de vida y la posibilidad de autodirigirse y perseguir sus propios sueños. En este artículo veremos los avatares por los que generalmente transita el empresario y cuáles son las habilidades que se requieren para triunfar.
Todos los que en algún momento han sido empleados y lograron dar el salto para convertirse en líderes de sus negocios concuerdan en una cosa: a pesar de las dificultades por las que tuvieron que pasar en el camino a lograr que su negocio funcione, ninguno se arrepiente de la decisión que tomó y no volvería nunca a la relación de dependencia que tiempo atrás dejaron.
Es que el trabajo en relación de dependencia otorga seguridad económica y financiera y la capacidad de hacer carrera, siempre y cuando cumplamos con las normas establecidas por la compañía y tengamos las aptitudes que se requieren. Pero lanzarse en búsqueda del propio éxito es un trabajo mucho más arduo, desafiante y el crecimiento es muchísimo mayor al que se obtiene cumpliendo un horario.
De esto se define que la primer habilidad o característica que posee un empresario es la capacidad de automotivarse. Esto no es mágico, sino que está dado en base a la actividad que realiza una persona, es decir, aquello que lo apasiona y lo hace levantarse temprano, trabajar 16 horas diarias, durante 10 o 15 años. La automotivación deriva de la pasión de hacer lo que uno realmente ama, y convertirlo en un negocio.
El segundo elemento indispensable para llevar adelante cualquier proyecto de negocios es la habilidad de comunicarse y de tratar con las personas. Nadie llega al éxito solo, necesitamos constantemente de la ayuda y asistencia de otros en nuestro viaje, y si aprendemos a comunicar nuestras necesidades con claridad, podemos lanzarnos en la búsqueda de nuestro éxito.
El tercer elemento es la capacidad de liderazgo. Como debemos motivarnos a nosotros, también debemos motivar a los demás. Poner en palabras la visión que uno posee en la cabeza es sumamente importante. Lograr que los demás sean realmente parte del emprendimiento que estamos dando a luz no tiene precio, y es una característica clave de cualquier empresario exitoso.
Por último, y no menos importante, está la capacidad de organizar los propios tiempos. No hay empresario que tenga mucho tiempo disponible, más aún cuando se llega a cierto nivel de éxito y rendimiento mensual. Por esto, la capacidad de organizar los propios tiempos y saber dividirlos entre negocios, familia y ocio es vital.
Todas estas habilidades pueden ser enseñadas por un coach ontológico de buena reputación, ya que el camino que transitan los empresarios en su viaje hacia el éxito no es fácil, pero si muy apasionante. Un coach puede ayudar en el desarrollo del perfil profesional del individuo, así como también potenciar sus habilidades como emprendedor. Esta técnica es muy utilizada hoy por hoy por los empresarios exitosos de todo el mundo.
Y usted, ¿Tiene lo que se necesita para ser su propio jefe?
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