En el siglo XX K. Marx expuso en sus trabajos que todos nos esclavizamos, y renunciamos a ser lo que somos para ser lo que esperan que seamos. Todo por dinero. Estudios del profesor Dan Aryeli se contraponen a lo que dice el pensador del sigo XX.
Día a día nos levantamos al alba, nos duchamos apurados, nos vestimos aun más apurados y nos trasladamos ¿dónde? Al trabajo para ganar el “vil dinero”.Eso a lo que todos alguna vez pensamos renunciar para ser felices pero, que con él podemos adquirir bienes que nos ayudan a ser. ¿Y la vocación dónde queda? ¿Por qué hay personas que son inmensamente felices trabajando a pesar de los bajos salarios y las extensas jornadas? Las preguntas del millón que trató de responder con una nueva mirada Dan Aryeli.
Si nos ponemos a analizar la realidad chilena, trabajamos alrededor de 9 horas de lunes a sábado. Teniendo problemas para trasladarnos al lugar de trabajo, además con muy poco tiempo para la alimentación. Estos elementos convergen en el caos físico y mental llamado estrés. En España se han hecho muchos estudios acerca del tema, antes de la bullada crisis pues en la actualidad el desempleo alcanza las dos cifras, y llegaban al resultado de que un 80% de los españoles trabajaban meramente por dinero, por ende, tenían una doble vida, la laboral y la personal. Desligando sus gustos, intereses, convicciones, talentos, etc. A esta labor de sacrifico que los llevaba a alcanzar a fin de mes al ansiado salario, con dicho salario ellos declaraban lograr alcanzar lo necesario para ser felices aunque esa felicidad estuviera más ligada al conformismo que a la felicidad en sí; tomando como definición de felicidad extraída del diccionario de la real academia de la lengua española.
Para responder la pregunta planteada acerca de la vocación, me es imperioso nombrar los numerosos estudios y artículos que salen a la luz pública en diversos medios a fin de año. Es justamente al acercarse la rendición anual de la P.S.U cuando aparecen los salarios de las variadas carreras que se ofrecen en los planteles de educación superior. Sin querer o con querer se enfoca lo exitosa que puede llegar a ser una carrera por el dinero que rentabiliza.
Se observa cada vez más en los jóvenes el ingreso a carreras por el supuesto dinero que adquirirán una vez insertos en el mundo laboral, gran sorpresa se llevan cuando la suma de dinero prometido no llega. Siendo profesionales jóvenes se frustran enormemente al ver que lo que supuestamente llegaría ni se asoma y peor aun que la decisión de estudiar solo por una recompensa fue la peor de sus vidas, la que los lleva a la infelicidad de ser profesionales jóvenes mediocres dándoles a las empresas a las que pertenecen muy baja productividad y movilidad de empleo.
La vocación es entonces, un factor importantísimo a la hora de contratar a profesionales jóvenes de egreso reciente, para empresas que desean subir su productividad y esperar que sus contrataciones se mantengan en el tiempo y escalen dentro de la misma institución.
Para responder la segunda pregunta del millón citaré a Dan Ariely un profesor de Psicología y Economía Conductual en la Universidad de Duke, el especialista americano-israelí realiza diversos estudios en los que explica que la humanidad no trabaja solo por el dinero rebatiendo la concepción de K. Mark “Tenemos una visión simple de que trabajamos por dinero, pero no lo hacemos sólo por eso. La motivación es una de las cosas más fáciles de dar a la gente: la sensación de estar conectados. Y esa sensación de pertenencia como en las tribus primitivas, el hecho de tener un rol definido, nos ayuda a la productividad y por ende a la felicidad de hacer lo que nos gusta”.
Compendiando. Son variados los estudios y muchos los interesados en el tema con diversas corrientes de pensamiento. Entonces ¿es una opción, para ti, trabajar solo por dinero?