Las empresas constantemente están a la búsqueda de personas que quieran dar lo mejor de si mismas, que busquen aportar y generar un clima organizacional apto para el trabajo en equipo, empleados que salgan adelante apoyándose y apoyando a sus compañeros y colegas. Pero algunas veces nos topamos con individuos que no son los más adecuados para la sana convivencia de nuestra organización, que dañan progresivamente el clima organizacional y que a mediano y largo plazo ocasionan más problemas que soluciones a nuestra empresa.
Es por eso que debemos estar preparados a la hora de enfrentar estas situaciones, ser muy atentos a las dinámicas interpersonales de los empleados y saber tomar medidas frente a los comportamientos indeseables y dañinos para la organización.
Detectando el problema.
Al principio puede que no sea muy visible, y que pase desapercibido. Pero el empleado problemático aparece y no se pueden ignorar a los siguientes personajes:
- Cuando el rumor se hace presente al interior de las organizaciones, es porque alguien lo está propagando. Es el empleado chismoso, el que inventa historias y genera discordia quien usualmente es el responsable, amparado bajo un manto de anonimato y escudado en la típica frase “es que escuché por ahí…” o “es que me contaron que…”
- Existe el empleado mal agradecido, que todo el tiempo se queja de su situación, que sufre de envidia profesional frente al estado de sus compañeros, que no pierde oportunidad alguna en hacer comentarios mal intencionados que favorecen el malestar organizacional, ocasionando roces y querellas profundas.
- Existen al interior de las organizaciones personas negativas, que todo lo ven mal, que nada les gusta, que critican negativamente todo el tiempo, para las cuales el trabajo es un karma, es algo que no causa gratificación ni satisfacción alguna.
Posiblemente usted conozca uno que otro de estos personajes con los cuales es bastante molesto y dispendioso trabajar, que dañan la cordialidad en la empresa y malogran la consecución de objetivos comunes.
Qué hacer con ellos.
Un empleado que no está a gusto con su lugar de trabajo usualmente tiene una serie de inconformidades que se deben analizar primero. Es posible que sus actitudes puedan ser solucionadas tomando medidas al interior de la empresa para beneficio de todos como llamados de atención y recomendaciones, tanto para mejorar el desempeño del empleado como para mejorar su situación dado el caso.
Pero si este paso se ha llevado a cabo y se siguen presentando situaciones que afectan la cotidianidad y el rendimiento de la empresa, hay que recordar que laboralmente nadie es imprescindible. Así que si hay que remplazar al empleado justamente, debemos hacerlo para mejorar nuestra organización y crecer.
¿Y usted es un empleado así?
Fuente de imagen: FotosGovBa, disponible bajo licencia atribución 2.0 generica en: http://www.flickr.com/photos/agecombahia/5736454903/
Gente que no conviene tener en tu empresa
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