Viernes, una mañana calurosa en la Confech, una sede blanca, gigante y sin nada que criticarle a ningún lugar que albergue a un partido político, al entrar por su piso de madera, al pasillo izquierdo te encuentras con pantallas de computadores y 4 personas trabajando, comentaban sobre las ofertas de Ciber Monday, parecían entretenidos, uno de ellos se acercó y preguntó a quién buscábamos, respondimos Andrés Fielbaum, estudiante de ingeniería matemática, con gran vocación política, que ya había llevado a su cargo la vocería de la CONFECH de Gabriel Boric y, que ahora con toda la confianza del ex Presidente del mismo consiguió ser el cabecilla de una de las organizaciones más estudiantiles de Chile: La Fech.
De polera, con un grado de formalidad digna de una persona que de a poco empieza a asumir el cargo y la representación que debe tener nos habla, seguro de sus palabras, con un tono fuerte. En primera instancia nos señala si podemos hacer la entrevista afuera, al sol, había estado recién en una reunión y le apetecía estar afuera, en la puerta de la sede de la FECH. Comienza a hablar con relajo y seguridad, mezclando perfectamente la posición de alumno y líder, y responde las preguntas que le hicimos en Red de Universitarios
¿Cuáles son tus expectativas para las movilizaciones del próximo año?
El 2013 tiene que ser un año bien movilizado, porque es un año particularmente importante por ser un año electoral. En ese sentido, es fundamental que el movimiento social sea capaz de poner los temas sobre la mesa y sea capaz de exigir que los candidatos que manifiesten estar de acuerdo con nosotros sean consecuentes en su actuar político en el 2013, porque estamos cansados de promesas vacías y no vamos a aceptarlas más. En ese sentido, justamente para tener la capacidad de incidencia que necesitamos, es que creemos que el 2013 tiene que ser un año de hartas movilizaciones.
Dijiste candidatos a favor nuestros ¿A cuáles te refieres?
Bueno, por ahora ninguno, porque lamentablemente los candidatos presidenciales en general no se han manifestado sobre nuestras demandas. Si los evaluamos por sus trayectorias históricas, finalmente, las 2 coaliciones hegemónicas, claramente han estado siempre en contra de lo que hemos estado demandando y se sienten muy cómodos con el actual modelo. Es por ello que somos muy enfáticos, si hay una candidatura que manifieste estar a favor en nuestras demandas, y quiere tener algún grado de credibilidad con nuestra manifestación, tiene que hacerse cargo que las transformaciones que estamos exigiendo empiecen a cursar el año 2013. No vamos a seguir esperando hasta un nuevo gobierno y hasta que nuevas promesas se conviertan en realidad, porque de promesas falsas hemos vivido estos últimos 25 años.
¿Cómo consideras la gestión de Gabriel Boric el año pasado en términos de movilizaciones?
Yo era parte de la mesa y del equipo de Gabriel. Creo que hay varias autocríticas que debemos hacernos, cometimos varios errores que son aprendizajes que debemos incorporar para el 2013. Por ejemplo, el 2012 no fuimos capaces de dimensionar qué tan fuerte fue el reflujo que nos dejó el año 2011. Eso nos quitó cierta vocación de estar con más fuerza en las facultades convocando a nuestros compañeros, por mucho que siempre estuvimos por movilizarnos. Sin embargo, considerando que el 2012 era un año difícil, de fuerte cansancio y con un gobierno mucho más activo, tuvo una ofensiva muy grande para intentar cerrar el conflicto con la llegada de Beyer. Nosotros vemos que, al final del día, se logró mantener el conflicto abierto, se logró mantener la incidencia intacta y no por nada este año, por ejemplo, se quitó a los bancos del sistema de créditos y el gobierno comenzó, en forma tardía e insuficiente, pero comenzó a ponerse los pantalones en casos como la Universidad del mar. Esto demuestra que el movimiento estudiantil sigue avanzando. Por esto, el 2013 vemos que partimos en un buen pié, justamente para mantener nuestra capacidad de incidencia y, fundamentalmente para mantener la vocación que nos guió el 2011, el 2012 y que nos seguirá guiando el 2013, que es justamente darle al movimiento social una capacidad organización propositiva y crítica, justamente para ir construyendo un camino propio que no nos exija seguir delegando a los mismos que tantas veces nos han dado vuelta la espalda.
¿Qué opinas de Harald Beyer?
Es un ministro soberbio, es un ministro con una mejor preparación que los anteriores, pero cree que con estos conocimientos puede llegar y dar soluciones a todos los problemas sin considerar a los afectados. Vemos casos como la U del Mar, los estafados del Corfo, que ese tipo de visiones tan soberbias impiden encontrar soluciones que dejen satisfechos a quienes se ven afectados por ellas. Las grandes mayorías de Chile pusieron temas sobre la mesa, no solamente problemáticas, sino también, prioridades para ir solucionándolas. Entender la educación como derecho, fin al lucro, fortalecimiento a la educación pública, democratización y finalmente gratuidad. El ministerio ha sido muy reacio en avanzar en estos temas, salvo en democratización que, hasta ahora, siguen siendo palabras de buenas intenciones.
¿Es correcto que las privadas estén en la CONFECH?
Por supuesto, es fundamental que el movimiento estudiantil sea uno solo y que avancemos en una visión sistémica. Hay muchas demandas que afectan más a los estudiantes de privadas y, por tanto, es fundamental que ellos estén ahí, agregarlos a nuestros petitorios y a nuestra reivindicación.
¿Hay que ingresar a todas las privadas?
Es lo ideal, por supuesto que hoy día hay ciertas dificultades y desafíos, porque hay muchas Universidades privadas que no tienen organizaciones estudiantiles, pero sin duda alguna hay que ir avanzando hacia allá. Durante el 2012 hicimos talleres de formación justamente para catalizar los procesos de gesta de organizaciones estudiantiles en Universidades privadas, Centros de formación técnica e institutos profesionales.
¿Rompiendo con la línea de la CONFECH de no ingresar universidades sin estatutos?
Lo que pedimos para que puedan ingresar, es que sean Universidades cuyas federaciones sean electas democráticamente sin injerencia de las autoridades. Eso nos parece importante, porque son Universidades que deben responder a sus estudiantes, no a sus rectores. Pero teniendo ellos, por supuesto que tienen que entrar, y hay que avanzar a una mayor igualdad de cómo se consideran las Universidades privadas versus las Universidades tradicionales.
¿Cómo se gobierna con un Libertario, un comunista y un gremial?
Esto siempre ha ocurrido, por el sistema de integración de la mesa Fech siempre termina de forma muy diversa. Hay que ser honesto, esto no funciona como una mesa articulada que gestiona todas las propuestas que tengamos, pero siempre hemos tenido la capacidad de empujar en forma unitaria las resoluciones que nacen de nuestros plenos, las demandas que hemos consensuado con años de asamblea y de maduración del movimiento estudiantil, porque siempre hemos concluido que los desafíos son demasiado grandes para estar peleándonos entre nosotros por dentro.
¿Izquierda autónoma tiene proyecciones en la política tradicional?
Para nosotros como grupo, siempre hemos hablado de politizar lo social y socializar lo político, esto implica que a partir de los movimientos sociales, empiecen a surgir referentes nuevos que tengan capacidades de dar disputas propiamente políticas. En el fondo, vemos que los países están mejor cuando los movimientos sociales tienen vías institucionales para canalizar sus demandas. Para ello no basta Izquierda Autónoma, ahora existen nuevos referentes y movimientos que surgen a partir de las distintas disputas sociales en el país y, nosotros nos sentimos parte de esta generación de nuevos referentes. Dentro de esta generación tenemos claro que queremos generar una proyección política futura que está trabajándose, que no está muy clara el día de hoy pero nos interesa. Entendemos que la izquierda en general está avanzando y debe hacerlo en ese tipo de proyección y en unidad.