Tras las irregularidades que han cuestionado la labor de la Comisión Nacional de Acreditación, el gobierno pidió a la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos OCDE realizar un informe sobre la situación en las casas de estudio chilenas. La institución recomendó al Ministerio ser categórica y cerrar universidades que no alcancen los estándares para la acreditación.
La OCDE, en un informe solicitado por el Mineduc, le recomendó al ministerio que fuera categórico y cerrara aquellas universidades, centros de formación técnica e institutos que no logren acreditarse, ya que “Chile necesita una solución de corto plazo a un problema de largo plazo”, según señala La Tercera.
La entidad gubernamental pidió este informe tras la tras la formalización de ex rectores de dos universidades y el ex presidente de la Comisión Nacional de Acreditación CNA, Luis Eugenio Díaz, por varios delitos, incluido cohecho.
Para asegurar la calidad de la educación superior, la OCDE recomienda que la acreditación debe ser obligatoria para todas las instituciones y que, si estas no cumplen con los estándares, deben ser investigadas y deben perder su autonomía. Si no logran alcanzar la certificación, podrían perder su permiso para operar. La sugerencia es así de estricta porque “el sistema actual no funciona tan bien como debería”, explicó Alberto Vásquez, consultor en educación superior y académico de la Universidad Católica.
El informe además recomienda eliminar la certificación por años, que ahora va de uno a siete, y dejarla en un sí o no: se aprueba o se rechaza. Juan José Ugarte, jefe de la División de Educación Superior del Mineduc, explicó que estas sugerencias hacen que la educación superior debe regirse por estándares mínimos de calidad nacional. “Pone el foco en los alumnos. En otras palabras, que los estudiantes reciban la promesa que se les dio al matricularse.”
También proponen crear una Agencia Nacional de Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior, organismo que sería autónomo y con miembros de dedicación exclusiva; además de que piden que se apruebe lo antes posible la superintendencia. Con esto, la “brecha crucial entre la autonomía y el licenciamiento debe ser eliminada”. “Una vez obtenida la autonomía, las instituciones quedan en un terreno de no evaluación y pueden pasar años sin dar cuenta de qué están haciendo con el proyecto que les fue licenciado”, explica Vásquez.
Si esta recomendación se toma en cuenta, se evitarían situaciones como la de la Universidad del Mar, donde 16 mil alumnos están en la incertidumbre, ya que no saben si se cerrará su casa de estudio o podrán seguir ahí.
Y tú, ¿crees que estas soluciones aseguren la calidad?