Al momento de la postulación, hay una amplia gama de universidades para elegir. Son muchas las características que tener en cuenta para querer pertenecer a una casa de estudio, como tradición, cercanía, infraestructura, aranceles, etcétera. Prefiriendo otros aspectos por sobre la cercanía, muchos alumnos prefieren irse a estudiar a otra región.
Ignacio, un estudiante de Ñuñoa, tenía la certeza de iba a salir de la capital para alejarse del caos de Santiago. “Siempre quise estudiar en dos ciudades que adoro de sobremanera: Concepción o Valparaíso. Después de dar la PSU y postular a casas de estudios de las respectivas zonas, concreté mi llegada a la Octava”. Ahora estudia periodismo en la Universidad de Concepción, en una ciudad que no conocía completamente, “me tocó viajar en dos ocasiones un año antes de matricularme acá y me enamoré de la región”.
Otro capitalino que eligió salir de la ciudad a estudiar fue Daniel, quién escogió la Universidad Técnica Federico Santa María, en Valparaíso, por puntaje. No le alcanzó para una tradicional en Santiago y su carrera, construcción civil, si es estudiada en un instituto, tiene menores expectativas de renta. El no conocía a nadie en la región. “Mis papás me apoyaron todo el tiempo, y como no tenía familiares allá, me quedé en una pensión cerca de la U. No conocía los recorridos de las micros ni la ciudad, solo un par de calles”.
Un caso distinto es el de Cristián, quién viajó de Santiago a Talca para estudiar. Pero era su única opción, porque es el único lugar donde se imparte su carrera, ingeniería en bioinformática. Sus papás dudaron al principio y pensaban que era un problema vocacional. “La primera vez me dijeron que me tomara un año para hacer preu, y ahí que viera si aparecía otra carrera que se estuviera acá para quedarme en Santiago”. El vive en una pensión y menciona que estar solo en otra ciudad es extraño, pero que es cosa de adaptación. “Me costó unos dos meses adaptarme, más por el tema de comida y esas cosas, además de vivir en un lugar donde no conoces a nadie. En cambio en tu casa llegabas y era tranquilidad, aquí los primeros meses eras alguien ´ajeno`, pero después todo bien”.
Sea cual sea la razón para irse a regiones, ya está más que comprobado que tienen universidades que son alternativas viables para alumnos que prefieren, por ejemplo, gastar en alojamiento que en arancel. Es por eso que las ciudades se han adaptado para recibir a los nuevos estudiantes, con picadas, pensiones y casas para arrendar piezas con todas las comodidades. Incluso hay casas de estudios con lugares designados para darles alojo a sus alumnos de otras regiones más vulnerables.
Y, fuera de Santiago, hay alternativas para todos. Universidades tradicionales y privadas, o, incluso, sucursales de casas de estudio en distintas ciudades. Así es el caso de la Universidad Central, la universidad privada más antigua de Chile, junto con otras dos instituciones, que tiene dos sedes regionales, en La Serena y Antofagasta, además de otras nueve facultades que imparten 30 carreras. Su presencia en regiones aportan a la calidad y equidad de la educación en los sectores y también en las regiones adyacentes. Siguen vinculantes con su misión, que se compromete a contribuir al mejoramiento de las oportunidades de la comunidad, permitiendo acceder a niveles superiores de equidad. Infórmate sobre su proceso de admisión aquí.
Por eso, si estás pensando en postular en regiones, convérsalo con tu familia y considéralo una real alternativa.
Y tú, ¿estudias en la región donde vives?