Hay muchas personas que dicen que el mundo laboral es una jungla en la que hay que luchar contra los demás para poder sobrevivir. Aunque esta frase pueda sonar exagerada, todos los que trabajamos alguna vez en una empresa sabemos que existen ciertas personas que no piensan en el bien común de todo el grupo, sino únicamente en obtener beneficios personales a costa de cualquier cosa o persona.
Este tipo de compañeros son conocidos como enemigos laborales, es decir, aquellos que no tiene buenas actitudes hacia los compañeros de trabajo, e incluso desean perjudicar a algún compañero de trabajo. Para evitar caer en sus maquinaciones, lo que puede afectar nuestra fuente de trabajo, es fundamental identificar quiénes y cómo son, así como también, aprender a lidiar con ellos.
Entre los principales tipos de enemigos laborales se encuentra:
- El agresivo, que es aquel que expresa públicamente su malestar y frustración sin importar que todo el mundo se entere de lo que le sucede.
- El hipócrita, aquellos que se llevan bien con todo el mundo pero, que a su vez, no hacen otra cosa que criticar a los demás cuando no se encuentran presentas y lo que es peor, frente al jefe.
- El sapo, aquel que está en silencio, que no llama la atención, pero que es el primero en ir a avisarles a los superiores cuando alguien comete un error.
- El busca aliados, para atacar tanto a nivel personal como profesional.
- El machista, uno de los tipos de enemigos más desagradables, son que se encargan de realizar comentarios discriminatorios contras las mujeres de forma permanente.
- El dominante, personas que se consideran por sobre los demás, por lo que creen que pueden dirigir a todos.
- El envidioso, aquellos que intentan obstaculizar el crecimiento de los compañeros sólo porque no pueden lidiar con sus frustraciones.
Afortunadamente, existe una manera de lidiar con cada uno de ellos. La mejor forma de defenderse frente a un agresivo es mantener la calma y ser siempre respetuoso, para que los colegas y superiores puedan identificar quién es el que está errado, con la misma actitud debemos enfrentar a los hipócritas para dejar en evidencia sus mentiras. Para evitar al sapo, basta con ignorarlo, prestar atención a nuestro trabajo y entender que los errores son normales. Con el que busca aliados basta con recurrir a mediadores para deshacerse de ellos. Con respecto al machista, es recomendable ignorar sus comentarios, pero en el caso que corresponda es posible denunciarlos. La manera más práctica de evitar los efectos negativos del dominante es mantener la calma e intentar transformar sus críticas en enseñanzas, mientras que lo mejor que se puede hacer es alejarse de los envidiosos.
¿Cuál de estos enemigos laborales tienes en la oficina?
Fuente imagen: PHOBABA, disponible bajo licencia Attribution-NonCommercial-ShareAlike 2.0 Generic (CC BY-NC-SA 2.0) en http://www.flickr.com/photos/babamed/3450657081/
Enemigos laborales ¿Cómo reconocerlos?
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