Los conflictos laborales son bastante comunes en todos los trabajos. Como en casi la mayoría de las relaciones en las cuales intervienen personas, las rivalidades, competencias, malos entendidos y discusiones son difíciles de evitar. Si a esto sumamos un jefe con escasas competencias de liderazgo, o algunas personas problemáticas en el grupo, los conflictos suelen ser mayores.
Escapar a ellos es casi imposible, pero lo que sí podemos hacer es saber enfrentarlos y ser inteligentes a la hora de actuar. Y muchas veces, con suerte, podemos evitarlos elegantemente. Si tenemos en cuenta que pasamos gran parte de nuestro tiempo en el trabajo, es importante que el clima laboral sea armonioso. Es por esto que creo oportuno compartir algunos consejos básicos para evitar y gestionar los conflictos:
1. Fomentar una buena comunicación. Hablando se entiende la gente, dice una conocida frase. La primera herramienta de la cual debemos hacer uso para gestionar un conflicto es utilizar el diálogo. Intentemos aclarar las cosas hablando, de un modo tranquilo y con buenas maneras.
2. Separar a las personas que no se llevan bien. Si hemos intentado por varios medios acercar las partes en conflicto y, sin embargo, no funciona, quizás transferir a una de las personas a otra área de la compañía sea la mejor opción. No es necesario que esta separación sea permanente; muchas veces, con un breve tiempo de separación, los conflictos se olvidan, y es posible restaurar al equipo.
3. No hablar mal de las personas. Intentar no criticar a nuestros compañeros, a nuestro jefe, a gente de otras oficinas. Las personas que constantemente hablan mal de otras personas no son bien vistas, tanto por sus compañeros como por sus superiores. Debemos recordar que, siempre, lo mejor es ser discretos con nuestros comentarios.
4. Respetar a las personas. Como en toda relación humana, la tolerancia y el respeto por los demás debe ser prioritario. Debemos valorar las opiniones y puntos de vista de nuestros compañeros y/o jefe, aunque estemos totalmente en desacuerdo con estos. Hay que entrenar la capacidad de escucha, y saber expresar nuestras ideas sin ser autoritarios. Adoptar una actitud constructiva y dar a los demás la posibilidad de expresar sus opiniones.
5. Invertir tiempo en las buenas relaciones laborales. Tomarse tiempo fuera de la oficina, compartir un almuerzo y conversar sobre la vida personal ayuda a entablar y conocer mejor a las personas. Dediquemos tiempo a saber con quiénes trabajamos, qué necesitan, qué desean, cuáles son sus expectativas. Todo este tiempo invertido volverá en crecimiento para nuestro trabajo.
Es probable que, pese a nuestros esfuerzos y buena voluntad, finalmente, existan algunos conflictos laborales. Tampoco es para atormentarse. Sólo debemos tener presente nuestra disponibilidad para el diálogo y mantener la calma.
¿Qué sucede con los conflictos laborales en tu trabajo? ¿Cómo los gestionas?
Fuente imagen: This work is a derivative of Susan leads group discussion by smannion, available under a Attribution-NonCommercial License at http://www.flickr.com/photos/smannion/3385144016/
Claves para gestionar los conflictos laborales
Publicado
por
Consejos Profesionales