La educación superior es un derecho y deber de todos los chilenos, por lo que acceder a la misma tiene que ser un beneficio colectivo, es decir, crear nuevos profesionales que disfruten de su trabajo y a la vez sean actores contribuyentes a la sociedad. En general, si uno conversa con sus pares se da cuenta que la mayoría ha preferido ingresar a estudiar a una Universidad que ofrece carreras profesionales. Abundan los futuros abogados, ingenieros comerciales, médicos, kinesiólogos, por nombrar solo algunos, pero, ¿Dónde quedan los futuros asistentes en educación de párvulos, técnicos jurídicos o ingenieros en marketing? La verdad es que hay muchos prejuicios entorno a las carreras técnicas, ya que muchos las consideran de menor relevancia que las profesionales.
La educación superior es un derecho y deber de todos los chilenos, por lo que acceder a la misma tiene que ser un beneficio colectivo, es decir, crear nuevos profesionales que disfruten de su trabajo y a la vez sean actores contribuyentes a la sociedad. En general, si uno conversa con sus pares se da cuenta que la mayoría ha preferido ingresar a estudiar a una Universidad que ofrece carreras profesionales. Abundan los futuros abogados, ingenieros comerciales, médicos, kinesiólogos, por nombrar solo algunos, pero, ¿Dónde quedan los futuros asistentes en educación de párvulos, técnicos jurídicos o ingenieros en marketing? La verdad es que hay muchos prejuicios entorno a las carreras técnicas, ya que muchos las consideran de menor relevancia que las profesionales.El asunto clave está en comprender lo que realmente son los Institutos de Formación Técnica y qué tipo de profesionales salen de los mismos. Los egresados de estos establecimientos educacionales son principalmente trabajos técnicos, que pueden ir perfeccionándose en la medida que adquieran nuevos y complementarios estudios. Por lo que es interesante recalcar que en nuestro país hay más de 61 centros de los cuales salen más de 100 alumnos promedio cada año, un mercado que no es menor, pero si lo comparamos con los estudiantes de carreras profesionales, queda en clara desventaja.
Socialmente, si uno hace el pequeño ejercicio de preguntarle a los pares qué piensan sobre un Centro de Formación Técnica, se puede inferir una clara percepción peyorativa frente a este tipo de educación, principalmente porque se cree que al ser carreras que requieren menos años para obtener el título son “menos serias” que las profesionales. Sin embargo, quienes piensan así están completamente equivocados, ya que estudios han comprobado que los estudiantes egresados de Institutos Técnicos tienen mayor empleabilidad que los de Universidades Tradicionales o Profesionales.
La sociedad requiere de más técnicos que profesionales, y muchas empresas están dispuestas a pagar altos salarios por este tipo de trabajos. El que sea una carrera de menor duración, o que sea entregada por institutos que probablemente no estén acreditados, no significa que serán ciudadanos pobres en el futuro, desempleados y sin opciones de obtener buenos sueldos, muy por el contrario, está comprobado que los técnicos ganan más que los profesionales, obviamente cuidando las proporciones y siendo cautelosos al momento de comparar las carreras.
Esto no es una crítica a las carreras profesionales, y menos una promoción cegada a los institutos, sólo informar que en la actualidad el campo laboral y las diferencias monetarias entre ambas opciones de educación superior, están muy equiparadas y dejar en claro que estudiar una carrera técnica no es representar a la parte pobre de la sociedad, muy por el contrario, es una opción más para tener un título y ser útil para la sociedad. Con estos antecedentes te invitamos a que consideres esta alternativa, además podrás acceder a la postulación de becas del gobiernopara poder obtener tu título sin mayores inconvenientes económicos. Dejemos atrás esos argumentos infundados que hablan mal de las carreras técnicas, ya que tienen mucho más potencial que el que uno piensa.
¿Y tú, qué piensas sobre las carreras técnicas?