Iniciar una carrera universitaria requiere de toda una decisión de vida. Implicará no sólo una gran inversión de tiempo, dedicación y esfuerzo, sino además, de todo un presupuesto. Una fórmula que requiere tiempo muy valioso y bastante dinero.
De todos modos, si deseamos estudiar en una universidad determinada y no podemos pagarla, no hay que darse por vencido. Sólo es momento de investigar acerca de las becas, subvenciones y otros programas disponibles para esa universidad. Un buen consejo también, es averiguar acerca de programas gubernamentales que ofrezcan ayuda a estudiantes y consultar si podemos postular para acceder a esos beneficios.
Una vez solucionado el problema de cómo costear los gastos que implicará iniciar una carrera universitaria, deberemos reflexionar y sobre todo organizarnos, en relación al presupuesto que a partir de ahora deberemos administrar. Quizás sea nuestra primera experiencia en cuanto al control del dinero, porque es probable que con anterioridad nuestros padres cumplían con esta tarea.
Bien, aquí algunos consejos útiles para administrar y ahorrar más dinero durante nuestra nueva vida en la universidad:
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Aceptar la ayuda de casa. Cuando somos jóvenes se tiene la ventaja que los padres proveen todo lo necesario para vivir y desarrollarnos. Aprovechar esta ayuda no tiene nada de malo. Sólo debemos hacer lo posible para administrarla racionalmente y no despilfarrar dinero.
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Organizarse. Ser organizado trae muchas ventajas en la vida, una de ellas puede ser ahorrar dinero. Hacer la comida en casa y no gastar en la cafetería; salir un rato antes para ir caminando hasta la universidad y así ahorrar en el transporte, son algunos ejemplos de pequeños esfuerzos que podemos realizar y que, a fin de mes, notaremos en el bolsillo.
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Ahorrar.Tarea nada fácil. Es difícil no ceder antes tantas tentaciones, pero podemos comenzar ahorrando el 10% de nuestro presupuesto mensual, luego cuando estemos cómodos viviendo con el 90%, podemos continuar ahorrando el 15% y así sucesivamente. Lo importante no es la cantidad que ahorremos, sino hacernos el hábito del ahorro.
4.Aprender a decir NO. Salidas con amigos, cine, restaurantes, viajes... todos panoramas muy placenteros y tentadores, pero que dificultan nuestra posibilidad de ahorrar dinero. En esos momentos, aunque es duro, es necesario decir que no y ser conscientes de las razones. Si son verdaderos amigos lo comprenderán y ayudarán a evitar gastos innecesarios. Hay muchas distracciones que se pueden realizar con muy bajo presupuesto y un montón de diversión.
La administración de un presupuesto requiere saber de cuánto requerimos gastar por mes. Debemos incluir gastos fijos e imprevistos, y algún dinero para los ahorros. Anotar los consumos mensuales ayuda a controlar los gastos y ver hacia dónde va nuestro dinero. Conocer cuánto podemos gastar en alimentos cada semana, cuánto dinero podemos invertir en salidas, cuánto dinero extra debo ganar para pagar todos los libros. Un presupuesto ayuda a contestar estas preguntas y es esencial para manejar las finanzas personales.
Una buena administración del presupuesto requiere controlar los gastos y los ingresos. ¿Sale más dinero del que entra? Si es así, debemos reducir los gastos. Los gastos en entretenimiento son fáciles de reducir; los costos fijos como los servicios públicos y el alojamiento son más difíciles. Tendrás que reducir hasta tener suficiente dinero para cubrir los gastos, o bien conseguir algún ingreso extra en algún empleo part-time que permita estudiar al mismo tiempo.
¿Has pensado cómo administrar mejor tu dinero?
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