Considerando que la educación chilena es una de las más caras del mundo, no sorprende que muchos estudiantes deserten cada año por temas económicos. Pero esta no es la única razón que lleva al abandono de una carrera universitaria. Dificultades de orientación vocacional o un rendimiento académico insuficiente, son otras de las causas que hacen que deserte uno de cada 3 alumnos, en promedio, al término del primer año. Mientras que el 57% de quienes ingresen a la universidad, finalmente se titulan. Lejos de las cifras de otros países donde esta tasa es de entre 70% y 75%.
Sin embargo, los porcentajes varían entre una institución y otra, además de depender de las áreas y planes de estudios. Así por ejemplo, tomando en cuenta este último factor, algunas carreras de Ingeniería superan el 40% de deserción. En cuanto a las universidades del Consejo de Rectores (Cruch), el rango de abandono, hasta los tres años, fluctúa entre el 17% y 51%. "En Chile los niveles de deserción de las carreras que ofrece el Cruch son muy elevados para los estándares que necesitamos para una educación de calidad", señaló a fines de abril, el titular de Educación, Harald Beyer. El ministro además añadió que "uno de cada dos estudiantes que deserta vuelve a reincorporarse al sistema". Y considerando a la población más vulnerable, sólo uno de cada diez retoma sus estudios superiores.
De las 52 universidades existentes, en 17 de ellas desertan un cuarto o más de los alumnos. Según datos del Ministerio de Educación (Mineduc), las casas de estudios con mayores cifras de abandono son la Universidad del Mar, con un 42%, además de la Arturo Prat y Arcis, ambas con un 40%. Los otros planteles con altos índices son la Sek y la de Ciencias de la Informática (Ucinf), con 35%. Le siguen la U. de Atacama, donde un 30% de los estudiantes desertó al primer año, seguida de la U. Adventista, Uniacc y Viña del Mar, en las cuales esta cifra alcanzó un 28%.
Por su parte, entre las universidades que cuentan con menores tasas de deserción están la U. del Bío-Bío, Chile, Católica y la Metropolitana de Ciencias de la Educación, ex Pedagógico.
Sin embargo, este problema no afecta sólo a los alumnos, ya que constituye un indicador para fijar los aranceles de referencia. “Nos preocupa el abandono masivo, por lo que queremos que el nuevo arancel de referencia lo refleje. Que los planteles se ubiquen como parte de su misión, el poder atender a alumnos con carencias académicas o económicas. Será un instrumento muy potente porque entregará señales de mayor financiamiento público a las instituciones que disminuyen la deserción”, afirmó a La Tercera, Juan José Ugarte, Jefe de la división de Educación Superior del Mineduc. Posibles soluciones
¿Cómo se puede hacer frente a esta situación? Entre las medidas adoptadas por el Mineduc, está la entrega de mil becas de nivelación, a partir de este año, para alumnos vulnerables. Se espera que para el 2013 éstas lleguen a ser 2500. “Estamos contentos, pasamos de un 70% a 75% de ramos aprobados, entre los alumnos beneficiados con la beca en el primer semestre”, explicó Ugarte. Por otro lado, se han ofrecido convenios de desempeño y concursos con fondos públicos, en relación a la capacidad que demuestren los planteles para retener a los estudiantes.
Con respecto a las universidades identificadas con altas tasas deserción, éstas también han adoptado sus propias medidas. Por ejemplo, en la Ucnif, se les realiza una prueba de diagnóstico a todos los alumnos de primer año, con el fin de detectar falencias, tras lo cual participan en cursos de nivelación. Y a contar del próximo año se implementará un centro de apoyo al aprendizaje, destinado a la realización de tutorías a quienes lo necesiten.
Igualmente, en la U. de Atacama se realizará una renovación curricular, la cual incluirá en la malla de estudios cursos de nivelación, tanto de matemática como lenguaje y desarrollo personal. Además, se aplica un programa de seguimiento a quienes estén en primero.
La nivelación no es un tema menor considerando la disímil calidad de la educación secundaria de origen. El mayor abandono se da entre los egresados de establecimientos municipales y subvencionados. Por lo tanto, las medidas tomadas desde un principio son cruciales.
“Uno de los factores clave para evitar la deserción universitaria, es brindar a los alumnos atención personalizada que atienda las dificultades que enfrentan en su primer año (…) La experiencia demuestra que muchos alumnos de primero encuentran en un buen asesoramiento el apoyo necesario para superar problemas académicos, de orientación profesional y hasta de salud física o psíquica. Sin este acompañamiento, fácilmente habrían desertado”, opina Jane Gibson, Directora Asesoramiento Académico, de la U. de los Andes.
Gibson además ejemplifica que en universidades de prestigio como Harvard o Columbia, los profesores además de realizar clases o investigaciones, dedican buena cantidad de tiempo a este tipo de atención personalizada.
¿Cuál crees que es la mejor forma dedisminuir la deserción universitaria? ¿Escomún la deserción en tu carrera?