Google, el buscador predeterminado por excelencia crece, crece y no para de crecer. Este gigante de internet ha anunciado durante los últimos meses movimientos estratégicos que nos permiten apreciar en pleno su proceso de desarrollo y consolidación a nivel mundial. Ejemplo de esto fue la decisión de instalar en nuestro país -específicamente en la comuna de Quilicura, Santiago- uno de sus Data Center, plataforma de negocios de la compañía desde donde guiará sus operaciones regionales de marketing y publicidad en América del Sur, para lo cual invertirán US$150 millones.
Otro ejemplo que nos ayuda a identificar la creciente cercanía con nuestro país fue la decisión de la multinacional por incluir a Chile en Google Street View, grabando desde enero de este año con cámaras 360° las calles de Santiago, Valparaíso y Concepción, junto con otras localidades cercanas, para así integrarnos a esta plataforma que muestra las fachadas reales de calles y casas en modo “a pie de calle”. Esta aplicación ha sido cuestionada por muchos usuarios que consideran que ésta atenta contra la privacidad de las personas.
También en base a este significativo punto sobre nuestra intimidad, Google tomó una importante decisión hace algunos meses: desde marzo pasado implementó una nueva política de privacidad donde unificó varios productos con una sola normativa, en la que destaca el hecho de que ahora es posible que te sugieran resultados de búsquedas según tus según tus datos de Google+, YouTube o Gmail, los que servirían “para conocerte mejor”.
Por medidas como esta es que comenzamos a preguntarnos cuánto sabe Google de nosotros. La verdad es que cada movimiento de la compañía norteamericana apunta hacia la integración, tanto local como regional de sus usuarios, a lo que sumados los fines de sus distintas plataformas, puede conseguir completos perfiles de personas de todo el mundo. Google sabe y recuerda sobre nosotros según nuestras búsquedas diarias en internet, con lo que va creando un panorama global de nuestros intereses, además de guiar a descubrir datos como nuestra edad, por ejemplo.
Esta forma de trabajar de Google tiene importantes detractores. Uno es el caso del fundador de Wikileaks, Julian Assange, quien aseguró hace algunos días que la organización norteamericana “sabe más de ti que tu propia mamá”, afirmó. También otro importante contrario a este buscador es el español Alejandro Suárez, quien incluso dedicó un libro sobre Google, en el que lo califica como “un gran monstruo devorador de datos”, apelando a su casi total control de la publicidad online de Internet.
Principalmente, Google utiliza la información de nuestro recorrido en la web para sugerir anuncios que generen nuestro interés, aunque según sus políticas, esto se realiza de manera automática, asegurando preservar la privacidad en todo momento, para lo que por ahora sólo nos queda confiar. ¿La recomendación al respecto? Tratar de no revelar datos demasiado confidenciales o certeros sobre nuestra ubicación, y para qué hablar sobre las contraseñas de cuentas o tarjetas. También puedes investigar qué es lo que sabe Google sobre ti en la siguiente dirección: Google.com/ads/preferences.
Aquí una representación de cómo Internet puede vulnerar nuestra privacidad.
¿Crees que nos exponemos demasiado al integrar las plataformas de Google? ¿Qué crees que hace esta compañía con nuestros datos?
¿Cuánto sabe Google de nosotros?
Publicado
por
Patricio Quilodran Navarrete