Según el ranking 2012 de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), el desempeño de Chile en materia de innovación ocupa el puesto 39 de entre 141 países medidos por sus capacidades y resultados. Se convierte así en el único de Latinoamérica y el Caribe que está dentro de los primeros cuarenta lugares del ranking, quedando al mismo tiempo quinto entre las economías de ingresos medio-altos.
Chile puede decirse que ha hecho un gran trabajo al posicionarse entre los primeros 50 países. Sin embargo, y más allá del meritorio logro chileno, Latinoamérica se encuentra obligada a hacer algo urgente, pues como afirma Francis Gurry, Director General de la OMPI, hay que "contrarrestar la presión a la baja que la actual crisis mundial ejerce sobre la inversión en innovación. Si no, corremos el riesgo de sufrir daños duraderos en la capacidad productiva de los países."
¿Latinoamérica, qué vamos a hacer? Esa es la pregunta que debemos hacernos todos en este lado del continente, pues los países Latinoamericanos están ubicados dentro de la mitad más baja en el ranking de innovación de la OMPI (Organización Mundial de la Propiedad Intelectual de las Naciones Unidas) quienes califican a los países por la capacidad que demuestran para innovar o la habilidad que tengan para crear nuevos productos. Llama la atención advertir que no hay una buena ubicación en dicho ranking ni siquiera de los países que están "aprendiendo a innovar", como menciona Andrés Oppenheimer en su columna para el Nuevo Herald.
En el índice mundial de innovación de este año se aprecia la constancia de Suiza, Suecia y Singapur, quienes se mantienen entre los 10 primeros lugares, sitio en el cual se ubican los países que han invertido recursos y obtienen buenos resultados en innovación. Luego de dichos países, se ubican otros 10 liderados por China e India. A este segundo grupo se le conoce como "países con eficiencia en innovación". A estos últimos se les reconoce el mérito de destacarse en producir innovación, a pesar de contar con un entorno más precariocuando de innovar se trata.
“La innovación se está convirtiendo en la punta de lanza de la competencia, a escala regional y nacional y también en el ámbito de las empresas”, dijo Ben Verwaayen, Director General de Alcatel-Lucent.
América Latina aún debe aprender a manejar sus recursos y darle más importancia a la innovación si pretende figurar en el listado de los países que aprenden a innovar. Esta no es una labor que Chile pueda hacer solo, toda la región debe trabajar en equipo, debe haber una coordinación de políticas y unión de esfuerzos para lograrlo, según los consejos de algunos expertos en el tema.
¿Cuál debe ser la participación de la comunidad y los gobiernos en materia de innovación? ¿En cuántos años podríamos ver a Latinoamérica dentro de los primeros 20 países? Estas preguntas se las deben formular los gobiernos y los ciudadanos de América Latina.
Chile en el primer lugar de Latinoamérica en ranking de innovación de la OMPI
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