La familia, tal cual la conocíamos, ha dejado de ser lo que vimos de nuestros padres o abuelos. Hoy en día apenas recordamos cómo era entonces. Mientras la madre se quedaba en casa al cuidado de los niños y el hogar, el padre salía a trabajar y cumplir con la labor de proveedor del hogar.
Estos patrones han cambiado y lo sabemos, la mujer autónoma, profesional y trabajadora se ha puesto a la par con el hombre en su rol de proveedor del hogar. Y en esta evolución social el encargado del cuidado de los niños también ha cambiado, muchos de ellos se crían con la abuela, una nana o algún hermano mayor. Cada vez existe mucho menos tiempo para que los padres pasen tiempo con sus hijos, no solo por el equiparamiento de actividades laborales de ambos padres, sino que los ritmos de trabajo, las horas extra, la vertiginosidad de las labores que realizan y muchas más actividades cotidianas han contribuido a que esa jornada laboral que dura ocho horas, se convierta en diez, doce horas diarias, extendiéndose incluso hasta los fines de semana. El fin último de la familia está quedando relegado a un segundo plano en los hogares, lo que influye directamente en la crianza y crecimiento de los niños que ven a sus padres cada vez con menor frecuencia.
Al parecer, los padres chilenos son conscientes de ello. Según un estudio realizado por Trabajando.com, a la pregunta "¿Qué crees que te regalarían tus hijos en tu día?", el 39% por ciento de los padres encuestados respondieron que “Poder salir más temprano del trabajo para poder compartir más tiempo con ellos”. Esta respuesta evidencia la necesidad que tienen, tanto padres como hijos de tener un espacio más amplio en su tiempo, enfocado principalmente a las obligaciones laborales y académicas.
Asimismo, frente a la pregunta "¿Se comunica con sus hijos mientras está trabajando?", el 80% respondió que dedica un minuto de su tiempo para comunicarse con sus hijos durante el día, y el 20% restante afirma que en realidad por muchos motivos no pueden comunicarse con ellos. Sin embargo, entre un minuto diario y ninguno, no hay mucha diferencia, de lo que podemos concluir que se produce un distanciamiento entre los padres y sus hijos durante la jornada laboral. De la misma forma, con respecto a la pregunta ¿Dedica el fin de semana a su familia o al trabajo? el 67% respondió que dedica completamente el fin de semana para compartir en el hogar.
La conclusión final es que los padres dedican más tiempo al trabajo que al hogar. Quedan muchas opciones a estudiar: flexibilizar los horarios, organizarlos más eficientemente, en fin, no hay que olvidar que cantidad no significa necesariamente calidad y que existen otras alternativas para mejorar las condiciones de vida de las familias chilenas.
70% de los padres dedica más tiempo al trabajo que a su familia
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