¿Se vienen las pruebas más difíciles? No te preocupes. Con estos tips, hasta el ramo más
complicado se volverá más fácil.
Como somos estudiantes, asumimos inmediatamente que sabemos estudiar. Pero, ¿te
ha pasado que te encerraste una semana a leer para un certamen pero igual te fue mal?
Puede ser que la forma en la que enfrentas las pruebas no es la correcta.
Primero, debes ser consciente de cómo es tu memoria, que se determina por el canal
de comunicación que tengas más desarrollado. Quizás notas que a algunos de tus
compañeros les basta con leer la materia una vez, mientras que, cuando haces eso, te va
mal en las pruebas. Es porque tu cuerpo no funciona igual que el de ellos.
Existen 3 tipos de memoria: la memoria visual, con la que se registran más fácilmente
los estímulos visuales, como colores, posiciones y tamaños. La auditiva, que memoriza
de forma más rápida los sonidos y ruidos y, finalmente, la kinestésico, que se vincula a
las habilidades motoras. Una vez que sepas cuál es tu memoria predominante, se volverá
inmediatamente más claro.
Para aquellos que tienen una memoria visual, les ayuda leer la materia de forma
repetitiva, realizar resúmenes claros como mapas conceptuales, enumerar conceptos y
usar destacadores y lápices de distintos colores.
Los de memoria auditiva pueden estudiar repitiendo los conceptos en voz alta, pidiéndole
a alguien que se los lea o explique, o bien, grabando su propia voz en una grabadora o el
computador y escucharlos cada cierto tiempo.
Para que el estudio en los kinestésicos sea eficiente, deben estimular los músculos.
Pueden relacionar los conceptos con movimientos, objetos, tacto y crear mapas mentales.
¿Quieres saber cuál es tu tipo de memoria? Puedes comprobarlo haciendo este test.
Mantener la concentración
A pesar de que sepas cuál es la mejor forma para estudiar, no sacas nada si no logras
un nivel de concentración adecuado. Pueden haber muchos estímulos que te están
molestando, como el cansancio, los nervios, la falta de tiempo, estar rodeado de gente, el
computador. Por eso, es recomendable que:
• Duermas bien. Quedarse dormido durante el certamen es un riesgo que es mejor no
correr.
• Organices tu tiempo. Procura alternar el estudio de distintos ramos si tienes muchas
pruebas durante la semana.
• Descanses durante periodos de estudios. El cansancio y la fatiga mental pueden
estar interfiriendo y necesitas pausas para mantener el ritmo.
• Tengas cuidado con el café y otros estimulantes. A pesar de que son buenos para
mantenerte despierto, pueden sobre estimularte y generar temblores en las
manos, fallos en la concentración, ansiedad, entre otras.
• Estudies en un lugar ventilado, iluminado y con todo lo que necesites a mano, así no
tienes excusa para ir a buscar más cosas.
• Hagas resúmenes, para luego estudiar desde ahí. No es necesario leer el libro de
mil hojas una y otra vez, sino que solo lo importante.
Y tú, ¿Conoces tu tipo de memoria? ¿Cuáles son tus técnicas de estudio?
¿Cómo estudiar para los certámenes?
Publicado
por
Alicia