-“La política en Chile está pésimo, son todos los políticos iguales y unos ladro….”
-“Hey, ¿tu votas para las elecciones?
-“Para qué, si son todos unos ‘care palo’…”
-“Entonces si no vas a votar no tienes derecho a reclamar…”
Este año se aprobó la inscripción automática y el voto voluntario en nuestro país. Moción que busca acercar el voto a la gente y facilitar que cada uno de los chilenos mayores de edad y que cumplan con ciertos requisitos puedan sufragar sin problema, pero claramente y creo que todos nos damos cuenta que esta medida está lejos de aumentar el padrón electoral, de hecho probablemente lo disminuya, contrario a lo que señaló el Diputado PPD Pepe Auth.
Si bien más personas tienen derecho a votar (cerca de tres millones de jóvenes, por ejemplo podrán hacerlo), el asunto va por el lado del desencantamiento con la política, el desinterés, la cada vez más creciente desconfianza, sobre todo de los jóvenes, en contra de cada uno de los funcionarios públicos del poder ejecutivo y legislativo, más allá de su partido o tendencia política.
Varios son los testimonios de personas que no les interesa votar a pesar de que hoy figuran en los registros electorales. Javier, es Kinesiólogo y cuenta que “Yo no voto porque la política está viciada y el candidato que sea es más de lo mismo.” Hay otros que son más tajantes y dicen: “yo no voto porque todos los políticos son una mierda; de lo único que se preocupan es de subir su sueldo, y lo hacen en tres días, mientras que en otras cosas pueden demorar meses”, cuenta Álvaro Nannig, chef internacional.
La desilusión por el aparato político de nuestro país es tan grande que no sólo radica en los votantes, sino que en los mismos políticos. Las ideologías, partidos y convicciones sufrieron una mezcla de segregación, diferencias y desilusión por parte de los mismos senadores, diputados, alcaldes o militantes. Desde el año 2008 fuimos testigos de cómo se fundaron nuevos partidos como el PRI, el MAS o incluso hay funcionarios que ni siquiera pertenecen a un corriente colectivo. En su totalidad, personas como Chadwick, Navarro o Enriquez-Ominami alegan lo mismo: “La concertación ya no nos representa”. No obstante, son los mismos independientes y díscolos que buscaron aprobar este proyecto con el fin que muchos de nosotros buscamos: “Re encantar no sólo a los jóvenes, sino también a la población en general, con una política desgastada que perdió credibilidad hace rato”, afirmaron repetidas veces los díscolos.
“Yo no voto, pero igual tengo derecho a opinar”
Cada vez que me siento en una mesa con un café, un cigarro o incluso a veces en reuniones de amigos por la noche, cambiando ese café por una cerveza, sale el tema político a la luz y quiero dar mi opinión me dicen: “Si no votas no alegues”. Me pregunto entonces: “A ver, si estamos en democracia y existe la libertad de opinión o de culto para algunos que divinizan a los políticos; ¿por qué no puedo opinar? ¿Estoy en todo mi derecho? Si opinar y votar están garantizados constitucionalmente como derecho no como un deber. La cosa es simple, los jóvenes hace rato que no somos sujeto de las políticas públicas de estos caballeros”.
Siempre están refregando en el rostro que si no votas, no eres ciudadano, no puedes opinar y menos criticar. Pero como muchos jóvenes y/o nuevos votantes dicen que “no votar es un voto nulo extremo, es una forma de protestar y transmitir a los políticos que su discurso no nos motiva en lo absoluto para tener la disposición de ir y sufragar” .
Sin embargo, pase lo que pase la misión de quienes nos representa por convencernos, encantarnos y sobre todo representarnos, valga la redundancia está en los mismos políticos, no en nosotros. Los jóvenes que hoy estamos inscritos ‘automáticamente de forma obligatoria’, tenemos que saber escuchar a nuestros líderes, pero sin olvidar que ellos mismos son los que tantas rabias, debates, movilizaciones, destrozos y malos ratos nos han hecho pasar. Habrá que esperar a ver qué ocurre en las próximas elecciones municipales, pero si me aventuro a dar un pronóstico es que al menos, en relación a los cuatro millones de votantes extras que tendrá el padrón, difícilmente el aumento será un porcentaje importante de esto.
Y tú, ¿votas o no votas? ¿Por qué?
Votar o no votar, esa es la cuestión
Publicado
por
Gabriel Lira