Hace una semana que el actor mexicano Gael García estuvo en Chile para promocionar la película NO, del director Pablo Larraín y que protagoniza y que trata sobre el plebiscito de 1988 que dio el paso a la democracia. Durante los últimos años se han producido hechos como el intento de eliminar la palabra dictadura de los libros de historia, inaguración del Museo de la Memoria o el homenaje a Krasnoff, los nos demuestran que lo ocurrido durante el gobierno militar aún no es superado por todos.
Respecto al tema, siempre hay unos que están a favor de olvidarlo, dejarlo en el pasado y como parte de la historia que formó a nuestro país, otros, en tanto, sienten que es importante no desentenderse de lo ocurrido, y que siempre debe estar presente en la memoria colectiva de Chile.
Creo que es importante estar en un punto medio. Es cierto que esa etapa, oscura para muchos, necesaria para otros, fue parte de lo que nos forma como nación y no se debe olvidar, pero tampoco me parece que sea necesario hacerla nuestra bandera de lucha y revivirla cada vez que ocurre algún suceso.
Por ejemplo, tras la inauguración del museo de la memoria ocasión en que se hicieron fuertes criticas a la ex Presidenta Bachelet por las violaciones a los derechos humanos, o el homenaje a Krasnoff, realizado el año pasado por la municipalidad de Providencia, el que también provocó una gran cantidad de incidentes y hechos de violencia, el tema ha vuelto a reflotar, enfrentando dos bandos que jamás se pondrán de acuerdo, y que nunca encontrarán un consenso al respecto.
La película del NO viene a contar una parte de la historia de Chile, no es más que eso. Claramente tiene una perspectiva, porque todas las cosas siempre se ven con un prisma, dependiendo de la visión de cada persona y Gael García ayuda a que tenga una connotación especial, para darle más trascendencia dado su importancia en el mundo cinematográfico a nivel mundial.
Como dije antes, siempre es importante recordar la historia, porque es lo que nos construye como sociedad, y para la nuevas generaciones, es una buena forma de dar a conocer un hecho que fue tan trascendental en la construcción del camino hacia la democracia.
No me parece que se abran heridas, me parece que se recuerda un hecho con el fin de reflexionar al respecto, con el fin de ver por qué se luchó tanto, y ver qué se está haciendo ahora, para no olvidar lo que ocurrió y para sanar aquellas del pasado.
Es de esperar que en ese afán de no olvidar, y de sanar heridas del pasado, ambos bandos hagan lo propio, que no rebroten la amargura y el sufrimiento sino que se termine un proceso, ayudados por la cultura popular y las ventajas que entrega el cine.
La película ya se estrenó en todos los cines de Chile, y puedes revisar la cartelera del más cercano para chequear horas y precios.
Y tú, ¿qué opinas?, ¿piensas que la película viene a abrir o sanar heridas?, si sufriste tú o tu familia de alguna manera más directa la dictadura, ¿crees que es importante que se toquen estos temas en diversos medios como el cine, la música, la televisión o la literatura?
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