Para muchos chilenos esperar un año para tomarse un descanso es demasiada tortura. Por eso muchos prefieren sacrificar algunos días y tomarse vacaciones de invierno.
Así, la mayoría de ellos huyen de Santiago con atractivos programas vacacionales en regiones o fuera del país. Los que tienen un presupuesto más limitado ven al litoral central como una buena alternativa o simplemente ven estos días como una posibilidad de dormir hasta tarde o compartir con la familia e hijos.
Así los demuestra la encuesta realizada por Trabajando.com, que asegura que “el 66% de los chilenos señala considerar la idea de tomarse vacaciones de invierno”, tendencia que aseguran ha ido en aumento en torno al 10% anual desde 2010, cuando el 41% de las personas consultadas pensaban tomarse vacaciones por primera vez.
Según el gerente general de Trabajando.com, Álvaro Vargas las razones de este aumento son variadas. “En primer lugar, cada vez se hace más necesario tomarse un descanso a mitad de año, ya que uno recompone fuerzas y recargas las pilas para lo que queda del año. Por otra parte, los padres están cada vez más conscientes de la importancia que tiene pasar más tiempo con los niños y aprovechar las vacaciones de éstos para compartir con ellos”.
Pero lamentablemente a algunas personas no les basta con las ganas de tomarse una pausa, sino que además deben considerar las necesidades de la empresa, algunas de las cuales no permite tomarse días libres en esta temporada del año. La encuesta indica que el 7% de los consultados señala que en su empresa no le permiten tomar vacaciones durante este período, 13% declara que puede ser mal visto en la compañía o incluso una amenaza y el 14% la empresa no se lo permite.
Este es el caso de Carolina Alzamora quien trabaja como periodista en el Congreso Nacional. Pese a que tiene una hija con la que le gustaría pasar el tiempo, sabe que es imposible tomarse vacaciones en julio, justo cuando su hija sale del colegio. “No me tomo vacaciones en estas fechas porque mi feriado legal corresponde en febrero. Me haría muy bien para el ánimo y para recargar las pilas. No es que prefiera dejarlas juntas, la verdad no tengo ninguna posibilidad. Por la pega que realizo no puedo tomarme vacaciones en julio porque como soy periodista de una bancada de diputados debo tomarme las vacaciones en el mismo período que lo hacen los parlamentarios, es decir, en febrero”, asegura. “Con respecto a mi hija que sí tiene vacaciones es todo un lío porque hay que articular las redes. La primera semana se queda con el papá y la segunda semana se turnan la abuela y la nana”, se lamenta ya que no puede pasar más tiempo con ella.
Más libertad
En la otra vereda están los que sí se toman algunos días de relajo. Según la encuesta de Laborum.com, el 48% de los encuestados piensa tomarse una semana de descanso, de ellos el 36% dedicará el tiempo a disfrutar en familia y con los hijos, el 36% a descansar en casa, 22% a viajar dentro de Chile y el 6% a viajar al extranjero.
Daniela Hernández está dentro de ese 48% que pide a gritos unos días libres. “Junto a mi pololo nos tomamos vacaciones porque los dos estábamos chatos de nuestros trabajos. Necesitábamos descansar y dormir hasta tarde”, comenta. Por eso la decisión no fue difícil: unos días en Viña del Mar para respirar aire limpio.
Sin embargo, Daniela sabe que esta semana libre la extrañará en verano cuando sólo le queden dos semanas de vacaciones, pero prefiere asumir ese riesgo pues asegura estar muy cansada para funcionar como corresponde en su trabajo. Así que a descansar, dormir y reponerse que aún quedan unos meses para el largo fin de semana del 18 de septiembre.
Y tú, ¿prefieres juntar días y tener unas largas vacaciones en verano o tampoco soportarías 11 meses de trabajo seguido?
Vacaciones de invierno: un descanso para recargar las pilas
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por
Rossana Ch