Esta es sin duda la principal interrogante y motivo de conflicto entre los estudiantes y el Gobierno. Lo referido a la gratuidad de la educación superior. Actualmente en nuestro país, sólo la enseñanza básica es gratuita, y a partir del segundo ciclo escolar se comienza a cobrar cuotas.
Un informe dado a conocer por la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), muestra que el 22% del financiamiento de la enseñanza básica y media en Chile proviene de las familias, el porcentaje más alto de ese grupo (donde el promedio es de un 9% de financiación privada).
En educación superior, la inversión privada es aún mayor llegando al 85%. Para poder acceder a la universidad, el 70% de los estudiantes chilenos recurre a un crédito, algo que –según los detractores del sistema- deja a miles de jóvenes de clase media y baja endeudados una vez que terminan de estudiar.
¿Qué plantean los estudiantes?
El discurso es claro, sostienen que la educación debería ser gratuita, así todos tienen el mismo acceso a este derecho básico. Por su parte el Gobierno fue claro en que no cree que esta sea la solución a los problemas que aquejan a la educación en chile, es más, el propio Presidente Sebastián Piñera declaró: “Nada es gratis en esta vida; alguien tiene que pagar”.
El ejemplo argentino
En nuestro país se ejemplifica mucho con el modelo educativo que tienen al otro lado de la cordillera. En el vecino país todo el ciclo educativo es gratis, incluidas las universidades públicas, que son de las más prestigiosas del país.
No obstante esta situación, los expertos consultados por la cadena BBC Mundo, dijeron que el que sea gratuito no ha garantizado el acceso a la educación de los sectores más pobres. Según un estudio del Instituto para el Desarrollo Social Argentino (Idesa), sólo el 12% de los jóvenes de menores recursos del país accede a la universidad.
Alejandra Torres, experta en educación de Idesa, señalo que esto se debe a que la mayoría de personas de hogares más humildes abandona la escuela antes de llegar al ciclo terciario. Torres también destacó otra particularidad de la educación argentina: según mediciones internacionales, los alumnos de escuelas y universidades argentinas tienen un nivel educativo inferior a la de sus pares chilenos.
Lo gratis no es siempre es lo mejor
Torres a su vez hizo hincapié en que el secreto para tener una educación de calidad que tenga inclusión social no es sólo la cantidad que se gasta en educación, si no, que principalmente el uso que se les da a los fondos.
Para la entrevista, el principal error que se comete en la vecina nación, es que, todos los esfuerzos económicos están concentrados en proveer un acceso gratuito a la universidad, pero debería enfocarse más en fortalecer las escuelas básicas y secundarias, para que los futuros profesionales tengan buenos cimientos.
Jorge Sequeira, director de la Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe de la Unesco, coincidió con esta postura. Sequeira dijo a BBC Mundo que el ciclo básico y secundario debería ser gratuito en aquellos países que pueden costearlo (como Chile), pero desmereció la importancia de la educación superior gratuita.
“Ofrecer acceso a la escuela de forma gratuita ayuda a toda la familia, porque disminuye los costos, pero el acceso gratuito a la universidad beneficia principalmente al joven que estudia”, diferenció. Según los cálculos de la Unesco, quienes asisten a la universidad con ayuda de un crédito tardan en promedio 10 años para recuperar la inversión en sus estudios.
El problema en Chile es que muchos universitarios optan por carreras humanísticas que tienen poca salida laboral u ofrecen sueldos bajos, por eso muchos permanecen endeudaos por más tiempo. Para Sequeira, tanto en Chile como en otros países debería darse una mayor valoración a las carreras técnicas, que muchas veces generan empleos más redituables.
“No todos los estudiantes que se gradúan del secundario deben ir a la universidad”, señaló.
Tanto el director regional de la Unesco como la experta de Idesa coincidieron en que más que un sistema gratuito, la solución para un acceso igualitario a la educación terciaria es ofrecer un programa de becas o subsidios para que los más pobres puedan asistir a la universidad que elijan.
¿Y tú qué opinas?
(Nota inspirada en las entrevistas realizadas por BBC Mundo)
¿Debe ser gratis la educación en Chile?
Publicado
por
Pancho Cuevas