Don Felipe Bulnes, para qué mentir, ninguno de nosotros esperaba que usted quedara a cargo de la cartera más complicada para el gobierno de Sebastián Piñera, no porque sea abogado y porque no tenemos conocimiento de cómo podría ayudar a los estudiantes en educación, sino, porque era uno de los ministros con menor aparición pública y sin ningún tweet en su cuenta. Confiemos que se “haya estado guardando” para este, su trabajo más importante que puede ser un despegue o un derrumbe en su carrera política.
Ahora que cambia de cartera, debe tener más que claro que, a diferencia que en justicia, construyendo más cárceles (en este caso colegios, institutos y universidades) no se resuelve el problema, aunque debemos admitir que dentro de las marchas se meten muchos delincuentes, pero es otro cuento. También más que claro debe tener que trata con menores e idealistas, de esos que quieren un cambio y lo quieren ahora, olvidándose todos los trámites denominados política barata.
Con 42 años de vida, con títulos en la PUC, estudios en Boston y Harvard, debe conocer cómo funciona el sistema educativo en otros países, además, posee un par de años ejerciendo la educación como profesor de la UAI, sabe a lo que se enfrenta, qué tipos de jóvenes son sus “rivales” en este momento y qué no debe hacer, para que no suceda lo mismo ocurrido con Joaquín Lavín.
Para los estudiantes, ahora no será la figura a derrocar, a diferencia de Lavín, sino alguien que puede jugar a ser su amigo o su verdugo. Proponga cambios considerables, propicie el diálogo y no busque dividir para gobernar como su antecesor. Escuche a los profesores, a los secundarios, universitarios y rectores por igual, coméntelo con el presidente, de la misma manera que dijo que las cárceles eran inhumanas en su cargo anterior y demuestre que no solamente es un orador válido en la educación, sino el mejor que podríamos tener en este momento.
No necesitamos un abogado, más si una figura fuerte que logre un acuerdo mejor que el GANE (no afirmo que este sea malo, solamente insuficiente). Pasar de ser un fiscal más a uno de los demandantes, buscar ser una figura no gubernamental, sino “un estudiante más”, levantar las manos a la hora de una Genkidama, donar sangre, mostrarse cercano y logrará grandes cosas. Quién sabe, si maneja correctamente todo, no desde el punto de vista político ni empresarial, sino el de un ciudadano, podría ser la próxima carta presidencial de la derecha para el 2014.
Jaime Gajardo quiere dialogar, Camila Vallejos también, todos lo ven como una carta de esperanza para mejorar este paupérrimo sistema basado en el capital que denominamos educación chilena, usted será la voz conjunta del gobierno y los estudiantes, buscará algo, como el primer interlocutor válido del gobierno. Con lo cual, todos confiamos que lleve una gran reforma constitucional con la que podamos estudiar, con la gratuidad que merecemos, porque la educación es un derecho.
Debe tener más que claro, que por más que se diga que el movimiento pierde fuerzas, que se politiza, sigue reuniendo a miles de personas en la Alameda pidiendo lo mismo, subestimar no es una opción, escuchar, comprender y buscar un acuerdo es la mejor base para un político correcto, de esos que escasean en la sociedad chilena. También buscar generar un conflicto entre la izquierda y la derecha, entre los ideales comunistas y los educativos es algo que no debe hacer. El movimiento es uno y no distingue entre rojo y verde. Chile necesita un cambio ¿Será usted el capaz de llevarlo? No juegue a la política, que eso implicará su salida apresurada del gobierno.
¿Crees que Felipe Bulnes lo haga bien como ministro de educación?
¿Logrará marcar un cambio?
¡Esperamos tus respuestas!