Flickr Sint Smeding
Profesionales, estimados todos. Sabemos que desde que dejamos de tener control sobre nuestras colaciones, pasamos por la irresistible tentación de comer cuanta porquería se nos cruza por delante, abusamos de las papas fritas, chester, el capri relleno, los super 8 (mi debilidad personal) para luego almorzar completos, churrascos, pizzas, etc. Así, no hay salud que aguante, ni balanza, ni estómago.
Hay que reconocer que es rico comer alimentos de altos niveles de azúcares y grasas. Y se tiende a pensar “Uno no es ninguno” o “Desde mañana empiezo a comer más sano”, pero la verdad es que este monólogo interno poco sirve si es que en verdad es uno de varios, y si es que mañana sigues comiendo lo mismo. A mí me pasa que la satisfacción de comerme un chocolate después de almuerzo, saborear los cubitos de chocolate rellenos de frutilla de dudosa procedencia me causa un placer tremendo, y despeja mi mente antes de empezar la rutina de la segunda mitad del día laboral. Pero una vez que se acaba, y siempre se acaba demasiado pronto, pienso si es que era realmente necesario comerme el chocolate entero, cuando en realidad no tenía hambre y me podría haber quedado perfectamente bien con el almuerzo.
De lunes a jueves almuerzo relativamente sano y un buen tamaño, el viernes almuerzo afuera, y a veces toca comida normal y otras veces comida rápida. Creo que el almuerzo no es problema. Mis horas de debilidad son a media mañana, tipo 10 a 11, y a media tarde, 16 a 17 horas. En esos ratos no tengo ni una sola gana de comer un bastón de zanahoria. Tengo ganas de comer algo que me satisfaga rápido, que sea sabroso y ojalá, que no sea un aporte negativo a mi dieta. Me he comprado un cuanto hay de colaciones diversas que ofrecen en el supermercado, y mi lista personal de snacks saludables pero ricos, se resume a lo siguiente:
- Barras de cereal: Archiconocidas, las barritas son un buen snack, porque generalmente no tiene niveles de azúcar elevados, son bajos en grasas, algunos son de avena, así que punto para la salud cardíaca, y varios tienen fibra, importante para nuestra digestión. Hay desde barritas tipo madera, que son medias fomes pero ultra mega sanas, y otras más entretenidas y sabrosas, con baños de chocolate, frutas, marshmellows, etc. Mis marcas predilectas son Natural Valley (madera que sabe bien porque tiene maní y otros frutos secos), la línea Chewy de Quaker y los Hersheys Light.
Special K
- Yoghurt + cereal: Sin ánimo de repetirme, pero esto es sutilmente distinto. El yogurt es un “must” porque es sano, de bajas calorías, e incluso hay tantos en el mercado que ayudan contra el tan famoso tránsito lento. Además tiene calcio, para los que son malos para la leche y vitaminas varias. A mí me gusta el yogurt natural, o con frutos secos, y a esto le agrego cereal que tenga poquita azúcar, y me queda re bueno. Ando con un pote chico con una porción de cereal pequeña y me como todo dentro del mismo pote de yogurt. Súper cómodo, sano y llenador.
- Leche + sándwich: Algunos días tomo desayuno en la oficina, así que me llevo una cajita de leche chocolatada y un sándwich en pita con jamón de pavo. Cierto que la leche con chocolate de sano tiene poco, ¡pero el desayuno es una comida importante! Así que me doy la libertad de que al menos no tengo que sacrificarme. Y ahora hay una enorme variedad de pan pita, a mí personalmente me gustan mucho los integrales Thins de Ideal, o los de Castaño. Cuando ando más golosa le pongo una tajada de queso gauda laminado, y ahí si que me queda un desayuno hecho y derecho.
A todos nos gustaría cuidarnos más, y en un mundo ideal estaríamos más que satisfechos con puros alimentos ultra sanos. ¡Pero aceptémoslo! Somos humanos, nos gusta comer y esta parte de nuestra vida no debe ser un sufrimiento ni un sacrificio. Se aceptan aportes de snacks saludables, ¡que no consistan en una rama de apio!