La expresión “sacar la vuelta” no es una frase ajena para los chilenos, por el contrario, en la mayoría de los casos está muy interiorizada en nuestra agenda diaria de trabajo. Y si eres uno de aquellos que se siente fielmente representado por esta nota, no te sientas mal: la cultura de nuestro país tiene más que aceptado dentro de sus parámetros este pequeño espacio que, por lo demás, no resulta ser tan perjudicial para la productividad como se cree.
En este sentido, la realidad de la mayoría de los trabajos de Chile, tiene algo de estas situaciones:
Llegamos a la oficina y, lo primero, es tomarnos un café, que puede ir acompañado de un desayuno más completo; excelente oportunidad para conversar con nuestros compañeros de trabajo sobre el programa de televisión que vimos anoche, algún problema financiero o una anécdota recién vivida.
Ir al baño siempre resulta una buena estrategia para salir un rato de nuestra atareada jornada. El punto es que, muchas veces se recurre a éste, no necesariamente por ganas. Mojarnos la cara, lavarnos las manos, o simplemente conversar con alguien que nos encontremos en el trayecto, es siempre una buena forma de “sacar la vuelta”.
El cigarro es otro de los hábitos, dentro del horario laboral, que sirve para desenchufarnos de nuestros deberes; igual de recurrentes que las llamadas por teléfono y el acceso a las redes sociales como Facebook y Twitter.
Si queremos trasladar estas situaciones a un contexto comprobable, es cosa de basarse en los datos entregados por diversas encuestas realizadas por Trabajando.com: el 40% de los trabajadores chilenos desayuna en la oficina; el 17,3% fuma en horario laboral y un 23% se ha quedado dormido. En tanto, el 47,1%, según datos de serdigital.cl, entra a las redes sociales.
El punto está en la nueva arista que posee dicha situación: no siempre los espacios de relajo durante la jornada laboral son sinónimos de mal rendimiento o baja productividad.
Juan Pablo Sweet, director general de Trabajando.com, expresa que, “una persona productiva es aquella capaz de organizar sus horas de trabajo de tal manera de cumplir con sus tareas y responsabilidad en ese tiempo, lo que no quiere decir que sea dañino tomarse ciertos tiempos durante la jornada para despejarse”.
El ejecutivo agrega que, “es importante aclarar que este tipo de conductas pueden tener un impacto tanto negativo como positivo, dependiendo de cómo se realiza. Si se utilizan estas conductas como una forma de despejarse y recargar las pilas, puede ser incluso beneficioso, además permite mejorar el ambiente de trabajo. Sin embargo, si se abusa de esto, obviamente tendrá un impacto negativo en la productividad de los trabajadores, y por ende, de la empresa”
Menos sacadas de vuelta, menos horas de trabajo
Un dato anecdótico tiene relación con el tiempo que utilizan los chilenos para estar laborando. Según el informe de la Unión de Bancos Suizos realizado hace algunos años, Santiago sería la séptima ciudad del mundo donde más horas se trabaja (2 mil 77 horas anuales). Dentro de los top ten están también Seúl, México DF, Hon Kong, Bombay y Bogotá.; mientras que los europeos son los que menos tiempo dedican.
Lo freak es que si los chilenos dedicáramos el tiempo en la oficina sólo a trabajar (sin todos estos momentos para “sacar la vuelta”), estaríamos, indudablemente, menos de 8 horas diarias en la jornada laboral, que es la cantidad que exige, como mínimo, el código del trabajo.
Una situación que posee pros y contras, pero que, claramente, está más que integrada en la vida de los chilenos ¿Tú eres bueno para sacar la vuelta? ¿Crees que es beneficioso o perjudicial?
¿Quién dijo que “sacar la vuelta” en el trabajo era malo?
Publicado
por
Giannina Ibanez Paredes