Un profesional en el día a día no solo enfrenta dificultades en relación a su empleo, sino que además en su trabajo con las personas que comparte. Esto crea que en numerosas ocasiones cometamos errores sin darnos cuenta donde pasamos la raya de la integridad.
Los humanos enfrentamos inconvenientes que podrían colocar en tela de juicio la ética. En muchas ocasiones ellos mismos se alejan de actitudes profesionales, pero asumiendo siempre que existen a partir de tiempos antiguos obligaciones y derechos.
Una buena formación profesional es importante, ya que a la persona se le entrega un alto grado de conocimiento que se le infunde de la sociedad, agregándole un interés en su profesión, lo que se reflejará en el desempeño en la vida.
El carácter profesional hace a la persona poseer una personalidad variable, donde puede acrecentar su ego, llegando a tener una meta inmensa de lo que es lo perfecto.
El carácter no se concibe con un título, se hace día a día enfrentándose a la vida.
La vocación es una aspiración de lo que uno quiere llegar a ser en el futuro, es algo que va establecido por conocimientos generales. Un profesional que carezca de esta materia, puede tener un proceso más tardío para desplegar sus conocimientos.
La responsabilidad va ligada a toda persona que está obligada a responder de sus adecuados actos. Esta es relativa a cada persona.
La libertad la tienen las personas que viven en un país libre, que les permite actuar como deseen.
Esto tiene implícito el compromiso de elegir, acto voluntario y espontaneo.
Trabajo conlleva la ética profesional
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por
Maximiliano Grunefeld Igualt