Más de un 20% de los estudiantes en Chile han financiado sus estudios gracias al crédito con aval del estado. Cifra que aumenta estratosféricamente si se toman en cuenta los créditos universitarios de la banca privada; que es prácticamente lo mismo con intereses más altos pero donde el responsable –aval- es una persona natural.
En nuestro angosto país hay que endeudarse hasta el cuello para obtener el preciado título. Además, hay que tener suerte para encontrar un trabajo de manera inmediata o dentro del año de gracia, y aún así, un 15% del sueldo iría para pagar estas deudas. Sin ir más lejos, varios profesionales están pagando sus créditos universitarios, y al mismo tiempo, tienen que pedir otro para sus propios hijos.
En ese sentido, la Presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, Camila Vallejo, enfatizó “Que haya un aumento del gasto social en la educación pública, principalmente la estatal, que permita crecer y desarrollarse, a través de aportes basales de libre disposición, un fondo de recuperación y revitalización de la educación pública, abierto a todas las universidades tradicionales. Que haya una reestructuración del sistema de becas y ayudas estudiantiles, en pos de asegurar gratuidad a los tres primeros quintiles. Y que haya un retroceso del sistema crediticio, que hoy día permita terminar con el endeudamiento, que es transversal a todos los estudiantes que ingresan a la educación superior. El endeudamiento es insostenible y no podemos tener estudiantes endeudados por acceder a un derecho, que es la educación”.
Hoy en Chile, del total que se desembolsa en el sistema de educación superior, sólo un 15% es aportado por el estado y un 80% por la familia del estudiante. Sin contar el hecho que Chile, es uno de los países con educación más cara del mundo.
La verdad del sistema se verá el 2012, cuando los primeros beneficiados el año 2006, comiencen a saldar las primeras cuotas del crédito. Tributo que según estimaciones sería de un 15% del ingreso total del profesional. Por su lado, el Banco Mundial dice que la cuota no debería superar el 10% del total del sueldo. También, percibe con preocupación ciertas carreras como veterinaria, agronomía, sicología, arquitectura, periodismo, educadores, entre otros, que en la práctica podrían tener problemas para pagar las cuotas, ya que el porcentaje de la asignación superaría el 31% de su sueldo.
Si bien, la educación superior en Chile tuvo un gran empujón gracias a las universidades privadas y al sistema de créditos universitarios; sumando a miles de jóvenes profesionales al campo laboral mundial, poco servirá si estos no logran tener un trabajo que liquide su deuda. Esto deja al sistema como si sólo buscara el beneficio de entidades privadas –bancos- y el endeudamiento familiar; no cumpliendo un derecho primordial que sigue a nuestro país desde la independencia pasando por Prieto, Montt, Bulnes y compañía, el de la educación; pero que en la práctica es un derecho a endeudarse para poder estudiar.
Es de esperar que las brillantes mentes de nuestro país se iluminen, se junten y lleguen a un acuerdo que beneficie a la gente, y que esto se nos deje boquiabierto el próximo 21 de mayo.