Más de 20 mil estudiantes se replegaron hoy por las calles de Santiago en protesta por la privatización de la educación y con un petitorio bastante amplio, que espera ser escuchado por las autoridades pertinentes. Las grandes claves de la masiva marcha, que también se realizó en ciudades como Valparaíso, La Serena, Valdivia, Arica, entre otras, son el aumento sustantivo del gasto social; un acceso con equidad y calidad a la enseñanza y la democratización de nuestro sistema de educación superior.
A las 11:00 AM. se aglomeraron estudiantes, tanto de educación superior como media, en Plaza Italia, para marchar pacíficamente a través diversas calles de Santiago Centro, hasta llegar a Parque Almagro, en donde, a eso de las 14:00 se daría inicio a un show cultural con Manuel García, Villa Cariño e Inti Illimani, sin embargo, éste no se pudo llevar a cabo en su totalidad. ¿La razón? Nada nuevo: disturbios y enfrentamientos con Carabineros.
Las informaciones recopiladas a través de Twitter (@universitarios_) concluyen que el inicio de los incidentes violentos habría sido a mano de un grupo de escolares, que comenzó a provocar con piedras hacia el sector en donde se encontraba resguardando Carabineros.
Esta situación provocó que, minutos más tarde, el Paseo Bulnes se transformara en un verdadero campo de batalla, desatando el violento actuar de la policía y dispersando con bombas lacrimógenas a gran cantidad de jóvenes que caminaban hacia el Parque Almagro, a presenciar el espectáculo.
Una pena que un acto tan noble, como una marcha pacífica- autorizada, haya terminado, para variar, como un desordenado y triste encuentro entre estudiantes y Carabineros, ya que por el mal actuar y la ignorancia de algunos pocos (que de seguro no tienen ni idea de lo que se está protestando), la imagen de los jóvenes chilenos que luchan por una educación más justa y de calidad, se ensucia y pierde su enfoque fundamental.
La verdadera esencia de la marcha Muchas son las opiniones revueltas en las redes sociales, que demuestran el pensamiento de que los jóvenes: “alegan por todo”; “no se conforman con nada” o “salen a la calle sólo para perder clases y hacer desórdenes”. Y resulta bastante lamentable darse cuenta de que, al fin y al cabo, son los medios de comunicación los que se esmeran en reflejar esta desvirtuada visión de la realidad.
Nuestra educación pasa por una grave crisis. El financiamiento, las deudas estudiantiles, el alto grado de deserción, la nula fiscalización de la calidad y el lucro desmesurado de algunas instituciones son situaciones que todo el mundo reconoce, pero que poco y nada se habla sobre ellas.
Las personas que dicen que los jóvenes andan “puro leseando”, bien poco saben de lo que está ocurriendo en su país. Para opinar sobre algo, hay que informarse y no todo lo que brilla es oro. La entrega de unas becas para estudiar gratis y la creación de unos cuantos liceos de excelencia no son la solución a los grandes problemas estructurales de nuestra enseñanza.
Camila Vallejos, Presidenta de la Fech, explicó esta mañana que “existen problemas evidentes y gravísimos, como el alto nivel de endeudamiento y el deserción. Además, no existe regulación del sector privado; muchas instituciones lucran a costa y paciencia de las autoridades y éstas no hacen nada. Ningún gobierno ha intentado solucionar el problema de raíz”.
Afirma que uno de los esfuerzos más grandes en los que se encuentran trabajando, y el gran motivo de la marcha, es la poca ayuda real a los jóvenes, en un sistema que sólo ayuda a las grandes empresas. “Los créditos son impagables por la familia y sólo benefician a las instituciones privadas y a los bancos. Creemos que la educación es un derecho social y esa es nuestra principal lucha”, agregó.
Además, Vallejo insistió en la mala distribución de los recursos estatales: “instituciones privadas exigen becas al estado cuando ellas invierten más de 30 mil millones en publicidad para aparentar ser de calidad. Porque mejor ellos no utilizan este dinero en financiamiento estudiantil. Debe existir mayor regularización en la entrega de beneficios a aquellas instituciones que de verdad tienen un proyecto educativo y no a las que son un mero negocio”.
La marcha de hoy no fue un error, como muchos medios ya lo han expresado. Los problemas existen y es necesario ponerlos en el tapete nacional. Hoy se congregaron 20 mil jóvenes y ese es un gran paso: el interés y la preocupación por mejorar este país está, y difícilmente será opacado por la minoría que insiste en seguir con la venda en los ojos.
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