Me he preguntado muchas veces si tomé la decisión correcta respecto a mi carrera. Creo que es tan difícil poder decidir a los 18 años (y en verdad un par de años antes) qué estudiar durante los próximos 4 a 6 años (y algunas veces más) y que probablemente determine el camino que seguirás el resto de tu vida.
Recordé esta inquietud por la encuesta de nuestro sitio. ¿Trabajas en lo que estudiaste? Mi respuesta es no, pero sutilmente. Mi carrera es Ingeniero Civil, con Mención en Estructuras y Construcción. Mi primera pega fue de estructural, y durante dos años pensé que ese sería mi futuro. El tema es que vino la crisis inmobiliaria, y con eso, tiempos muy difíciles para todas las oficinas que calculaban edificios. Despidieron a mucha gente, terminaron mi contrato y empecé a trabajar a honorarios, trabajando menos y obviamente, ganando menos. Con el tiempo, mi trabajo empezó a teñirse oscuro y ya no vibraba con lo que hacía, sino más bien, me llenaba de angustia.
Por mi salud mental, decidí hacer un giro, renuncié y busqué trabajo en otras áreas. Me costó. Mi carrera es bien especialista, y aunque la ingeniería civil te entrega herramientas para desempeñarte en un gran campo, mi mención te cierra un poco las puertas, y la experiencia de dos años en algo tan detallado se va directamente al tacho de la basura. O partes de cero en otra cosa, o te resignas a seguir en lo mismo.
Partí de cero. No tan tan de cero, pero mis conocimientos para calcular vigas y losas ya no me servían mucho. Empecé a trabajar en temas más económicos, en proyectos mineros, energéticos, portuarios, etc., es decir, totalmente de ingeniería, nada de cálculo estructural. Me arrepentí un poco de no haber seguido ingeniería industrial. Quizás las cosas ahora serían distintas.
Pero mi caso no es tan dramático ni extremo. La verdad es que sigo en lo mismo, y no necesité estudiar una carrera completa para poder tomar un camino distinto. He escuchado de otras personas que en mitad de medicina se dieron cuenta que ya no querían ser médicos y entraron a comercial, y tengo el caso excepcional de un compañero de colegio (cuyo nombre no revelaré) que en segundo año de medicina congeló para dedicarse al fútbol. Increíble.
Algunas cosas me gustaría haber sido si no hubiera optado por la ingeniería. Por ejemplo, creo que hubiera sido una buena doctora, tengo buen estómago, buen aguante, aunque quizás académicamente no era tan brillante como para lanzarme a esa carrera. Escritora también hubiera sido, ¿Pero qué se estudia para eso? ¿Periodismo? ¿Literatura? El tema es difícil y ahora que ya estoy con una senda tan clara al frente mío, me siento afortunada por no estar en los zapatos de todos los estudiantes que no tienen idea qué hacer, y tienen que elegir algo, forzosamente.
*Fotografía: HR World Today article Cambridge People by Andrew Stawarz: Photogenic Monday.
Dudas de vocación
Publicado
por
Fernanda F.