Más de alguna vez, en medio de una clase, hemos querido desaparecer. El sueño y el cansancio no suelen llevarse bien con los ramos en donde los profesores hablan por horas, en un tono latero y sobre materias que no nos gustan mucho. Todos hemos tenido aquella visualización en donde aprendemos de la forma más entretenida posible y da gusto asistir a la U, pero son pocos los profesores que se esfuerzan en mejorar con actividades didácticas la atención de sus alumnos. A continuación te contamos sobre la excepción a la regla de las aulas chilenas.
Un sondeo realizado en las 60 universidades más importantes de nuestro país, presentado por La Tercera, encontró a los profesores que han hecho de sus clases una actividad diferente y entretenida. Conoce sus historias a continuación:
Física con humor Carlos Wörner y Angel Romero, llevan 15 años impartiendo sus exitosas clases de física en Universidad Católica de Valparaíso, que pueden ser tomadas por cualquier estudiante, sin embargo, están justamente dedicadas a ellos que no gustan de esta materia, sobre todo a quienes cursan carreras humanistas.
Sus explicaciones en cuanto a dicha materia son realizadas, en su mayoría, a base de chistes, comics y videos. La caricaturización de personajes de la historia de física, como Einstein o Copérnico, por ejemplo, son algunos de sus métodos infalibles para captar la atención de los alumnos.
Wörner expresa que, “somos como los dinamita show. Queremos enseñar la física de manera entretenida para aquellos que no conocen la ciencia, porque creen que es fome". Agrega, también, que para finalizar el curso los jóvenes deben preparar un “trabajo libre” en donde, el único requisito, aparte de exponer el tema que los tocó, es que sea entretenido.
Tanto éxito han tenido las clases de este par de profesores, que este año logró conseguir 300 inscritos (y sólo son 50 cupos), ya que son cada vez más los jóvenes que quieren reir, pasar un excelente rato, y a la vez, adquirir esos conocimientos que siempre han encontrado fomes o les ha costado.
Economía y legos
La Universidad Austral, hace años que cuenta con una clase de economía predilecta para muchos de los estudiantes de Ingeniería Forestal. Su profesor: Gonzalo Paredes, doctor en economía de la Universidad de Oregon State. Éste pedagogo tuvo la brillante idea de comenzar a explicar el valor agregado de un producto que se quiere comercializar en el mercado, utilizando los didácticos juegos de sus hijos.
Esta metodología la comenzó a implementar cuando vio que a la mayoría de sus alumnos les costaba mucho entender a cabalidad los conceptos de la economía, por lo que un día decidió llevar los legos de su hijo para explicarlos y logró ser todo un éxito. Cuenta que, "es bonito verles la cara cuando reciben los legos, ya que se criaron con ellos"
Según lo explica el diario La Tercera, “el juego consiste en convertir a los alumnos en jefes de producción industrial, lo que los obliga a generar un plan de producción de distintos tipos de muebles, que se arman con los legos. El profesor indica el valor al que se venden los productos.”
Trivia médica
Las doctoras Marcela Monge y Macarena Lizama, de la Universidad Católica, son las creadoras de un entretenido juego que sirve para aquellos que estudian Pediatría: “Pediatrivia. En él, dos equipos compiten avanzando a través de diversos casilleros que poseen preguntas relacionadas con las materias, utilizando dados y ganando quien responda más preguntas correctas y logre llegar a la meta.
El tablero de juego resultó ser todo un éxito en la facultad e, incluso, hace un par de años logró expandirse a la web en donde salió su versión online.
Sin duda, modos de hacer clases que sorprenden y, ojalá, muchos más profesores incursionaran en la combinación de entretenimiento con aprendizajes. ¿A ustedes qué les parece? ¿Asistirían a alguna de estas clases? ¿Les gustaría que sus docentes tomaran alguna iniciativa como ésta?