La calidad de la educación en nuestro país es siempre un tema de debate. Los políticos en su mayoría lo usan como “caballito de batalla” para sus campañas y finalmente muchas de sus promesas quedan sólo en eso. La llamada “revolución pingüina” fue el primer paso en nuestro país para un cambio en el sistema educacional que ha presentado ciertas mejoras, pero que aún no da la talla.
Chile no es el único país con problemas en esta materia. Si hablamos de los países desarrollados Estados Unidos ha tenido una baja considerable en la calidad de educación, por ende, las grandes corporaciones del país norteamericano han tenido que buscar elementos fuera de sus fronteras para seguir produciendo a un ritmo adecuado. Las cifras indican que los americanos son el país peor evaluado en materia educacional en un ranking de naciones desarrolladas.
“Esperando a Superman” es el nombre del documental de Davis Guggenheim, ganador del Óscar con la cinta “An Inconvenient Truth” (una verdad incómoda). El director centra su mirada sobre los colegios públicos de los barrios marginales de los ciudadanos estadounidenses. En concreto, en los niños, cuyos sueños son más bien fantasías a causa de un sistema educativo en caída libre.
En EEUU, son los condados quienes financian los colegios, y el Gobierno federal y estatal tan sólo aportan algunas ayudas a las escuelas públicas de primaria y secundaria. Esto conlleva a que las diferencias entre las escuelas públicas de los suburbios acaudalados, y los centros de las ciudades sean abismales.
En el documental también se puede apreciar el escaso compromiso de los profesores con los alumnos, provocado principalmente por los sindicatos. Este organismo promovió una ley que impide que los profesores puedan ser despedidos, no importando la calidad y cantidad de contenidos que le entreguen a sus pupilos. Es más aquellos profesores que tienen denuncias por maltratos a los alumnos o denuncias por acoso sexual, tampoco poder perder su cargo.
Las escuelas públicas que si poseen un buen sistema educacional cuentan con cupos limitados, los cuales siempre son menores a la cantidad de solicitantes, por lo que, deben sorteados en una rifa pública que decidirá quién ingresa y quién no. No hay duda que así como están las cosas sólo Superman u otro superhéroe puede cambiar la situación.
A continuación el tráiler:
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