Televisión, prensa escrita, revistas e impactantes fotografías, han sido, durante este último tiempo, el reflejo plausible de los conflictos que viven gran parte de los países que conforman el medio oriente. Sin embargo, la complejidad de dicha situación, hace muy poco probable un entendimiento acabado del tema, más cuando los antecedentes provienen de décadas anteriores colmadas de hitos que, de no ser un analista internacional, difícilmente podrías retener en tu memoria.
Teniendo en cuenta que un conflicto de esta envergadura podría desempeñar un rol fundamental en la configuración del mundo y, por ende, provocar una incidencia indirecta en nuestro diario vivir, no queremos dejarte desinformado ni desorientado en cuanto a este tema. Así queSi quieres una breve idea y explicación de dicho conflicto, continúa leyendo esta nota.
Los antecedentes más próximos de este problemático escenario se sitúan en Túnez, a mediados de diciembre de 2010, cuando un humilde vendedor de verduras fue humillado por un policía, quien, además, confiscó su carro de trabajo. Dicho personaje se dirigió al juzgado para recuperar su único sustento económico, sin embargo, fue completamente ignorado. Esta situación provocó que éste se prendiera fuego en frente del edificio del gobierno, provocando su muerte y el inmediato revuelo de todo el pueblo.
A este hecho prosigue una revolución ciudadana tan potente, que llevó a la renuncia inevitable del presidente de Túnez y a la generación de un efecto dominó de malestar social en toda el medio oriente. Los gobiernos de Libia, Algeria, Jordania, Yemen, Albania, el Líbano y Egipto recibieron la revolución de todo el pueblo, en pro de mejoras para su ciudadanía y ovacionando una petición conjunta de libertad.
El ejemplo más claro lo presentó Egipto, con una ciudadanía que, cansada de la represión social y económica de la dictadura de Hosnik Mubarak, que los gobernó por más de 30 años, decidió tomarse el control de las calles en innumerables protestas y rebeliones, que lograron la renuncia de su presidente y la posible configuración de un régimen democrático.
Presentando este par de casos aislados, parece importante presentar una visión general de la región comprendida entre el atlántico y el Golfo Pérsico: despotismo, corrupción, mínimo desarrollo económico y marcadas desigualdades sociales son, lamentablemente, el reflejo más claro de sus sociedades.
A esto, es importante aclarar el alto porcentaje de población joven en dicha zona (dos terceras partes de su población) que, tras tener acceso a la televisión, teléfonos móviles, internet y redes sociales, han podido darse cuenta de las libertades y comodidades que el resto del mundo tienen, y ellos no.
La juventud del medio oriente añora democracia y, sin duda, están en todo su derecho. He de esperar que sus intereses no se vean pisoteados por las grandes hegemonías del mundo que ven (y siempre han visto) en esta región, un imperio de riqueza y poder.
Acá les dejamos un video, bastante crudo, de una protesta en Bahréin y la represión que recibe la ciudadanía, llegando incluso, a transformarse en una terrible matanza.
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