Á poco más de una semana, la gran parte de los estudiantes comenzarán con su rutina educativa en los centros universitarios. La triste realidad vuelve y muchas veces ésta trae un síntoma que ya es común en la sociedad chilena, el famoso estrés post-vacacional. Ésta reacción del cuerpo, muchas veces confundida como una patalogía, se debe a la repentina exigencia del trabajo mental y/o físico, que impide tener la concentración necesaria para rendir correctamente.
Esos casi tres meses de vacaciones que la gran mayoría de los estudiantes tienen es bendito. Los viajes al litoral chileno o al extranjero son impagables. Esos carretes extremos junto a los amigos y a los tantos conocidos que luego se transforman en los yuntas del periodo. Y también, como olvidar al irreemplazable amor de verano, que hasta algunas veces se transforma en el de tu vida.
Según especialistas, la ansiedad también suele ser punto común en personas que se sienten estresadas. Se trata de un trastorno sicosomático, que afecta a la mente pero acaba repercutiendo en diversos organos y formas de afrontar situaciones de la vida cotidiana.
Dejar esto atrás es difícil. Muchas veces el no seguir adelante trae estos problemas con la rutina del estudio. La psicóloga Ana María Cumplido, dice “Estos síntomas deberían desaparecer a los pocos días de retomar la actividad cotidiana”, y recomienda alimentarse con bastante liquido y frutas para equilibrar el metabolismo, también tomarse tiempos entre actividades para ir gradualmente entrando al trabajo.
Pero, ¿que tan cierto es este estado mental? Tomás Foncea, estudia ingenieria en sonido en el DUOC, y cuenta “lamentablemente entro el 7 de marzo a clases y ya puedo sentirlo cerca, eso me estresa”, a lo que agrega “es una lata tener que volver a la rutina, no tener tiempo para hacer cosas distintas como en el verano”.
La verdad es que es un proceso natural. A nadie le gusta volver a estudiar e instintivamente se construye este tipo de repelente en contra de él pero hay que saber como enfrentarlo. Tener un plan para la vuelta de clases, divide mejor tu tiempo, cuida tu alimentación pero sin olvidar las metas que tienes que cumplir.
Y ustedes, los primeros meses de la universidad ¿les cuesta tomar ritmo? ¿Cómo lo enfrentan?