Hace algunas semanas el Presidente, Sebastián Piñera, mandó al Congreso el Proyecto de Ley de Presupuesto 2011, en donde se da a conocer la cantidad de recursos que se destinarán a las diversas áreas, entre ellas, una de vital importancia: la educación. Dicha propuesta ha generado fuertes críticas por parte de agrupaciones estudiantiles, rectores, asociaciones de funcionarios y movimientos ciudadanos, como Educación2020, por encontrarlo “insuficiente” y “poco osado” ¿Quieres saber por qué? Sigue leyendo esta nota.
Según el proyecto de ley, que ya se encuentra en el Congreso y espera tener aprobación a fines de noviembre, el presupuesto 2011 destinado a educación tiene un aumento de un 7,6 por ciento con respecto al último año, equivalente a 10 mil millones de pesos. Dicha cifra, sería repartida, esencialmente, en subvenciones e infraestructura. El primer punto, con destino más específico hacia la Subvención Escolar Preferencial; mientras que la segunda rama está enfocada a costear los gastos ocasionados por el terremoto de febrero.
Evidentemente, el incremento por los gastos en infraestructura, luego de una catástrofe como la acontecida en febrero pasado, es un excedente que no debiese contarse, ya que si se busca una mejora real de la educación nacional, la concentración del capital real en mejoramiento tendría que ser aislada a los valores de reconstrucción.
Teniendo en cuenta este argumento, si descontamos los gastos en infraestructura, el aumento en educación, propiamente tal, sería de un 3,5 por ciento. Una cifra bastante baja si se tiene en consideración que el presupuesto 2010 presentaba un 6,5 por ciento más con respecto a su año anterior.
Educación2020, advierte a través de la área de columnas de su sitio web, que “debido al terremoto, es difícil de evaluar. Sin embargo, esperábamos encontrar un presupuesto más osado en algunos aspectos. El problema de nuestro país es el 'factor humano' y este presupuesto no le da el 'palo al gato' a este asunto.
Los focos acertados tampoco pueden ser desvalorados. Entre ellos, nos encontramos con un aumento considerable en las becas a estudiantes de pedagogía; la evaluación del sistema de acreditación universitaria; el fomento de la Prueba Inicia obligatoria (rendida por los profesores recién egresados) y un programa de formación de directores, transformándose, éste último, en un importante paso para mejorar la gestión dentro de los colegios nacionales.
Sin embargo, la reducción de recursos se ve reflejada enormemente en los Liceos Técnicos Profesionales (considerando que el 45% de los escolares opta por uno de estos establecimientos), lo que genera un aumento, aún mayor, en la brecha social y en la calidad de enseñanza de nuestro país; ejes principales de la problemática educacional chilena.
Por otro lado, la casi nula destinación a universidades estatales, molestó bastante a la Fech (Federación de estudiantes de la Universidad de Chile), explicando en su página web que, “el estado y el gobierno tienen una responsabilidad mayor con las instituciones, puesto que son un patrimonio del país, en el que la generación y trasmisión de conocimientos se hace con entera libertad, sin verdades pre establecidas y en un ambiente de excelencia académica”.
Finalmente, el importante aumento de recursos destinados a la prueba Simce (inglés y educación física) no presuponen ser una medida realmente oportuna para mejorar la calidad de la enseñanza. Evidentemente, sabremos en qué condiciones se encuentran los escolares en cuánto a esas asignaturas pero, ¿Dónde están las propuestas para que su nivel sea más alto? ¿Recursos para programas, nuevos contenidos y metodologías evolucionadas? Pues brillan por su ausencia.
Educación2020 concluye en su sitio web que, “la prioridad comunicacional han sido los Liceos de Excelencia y los nuevos SIMCEs, políticas que harán poco por cambiar la calidad del sistema. La prioridad presupuestaria ha sido el aumento de las subvenciones, política siempre aplaudida porque es el tipo de políticas que genera consenso, pero que en el fondo es más de lo mismo”
Luego de este análisis, los invitamos a reflexionar a ustedes. ¿Les parece que los focos monetarios están bien puestos en el Presupuesto de Educación 2011? ¿Dónde los pondrías tú?
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