El colegio en donde estudiaste, muchas veces, sigue teniendo relevancia en nuestros temas cotidianos de conversación. La preparación que puedan brindarnos, tanto social como académicamente, condicionan nuestro comportamiento y la forma en que llegamos a la universidad a sociabilizar con el resto; y no es para menos, los establecimientos educacionales de básica y media, generan enseñanzas que marcan nuestras vidas para siempre, ya que es la primera instancia generadora de lazos y, en la mayoría de los casos, donde descubrimos nuestras habilidades e intereses.
Socialmente, venir de un colegio privado o municipal, también tiene relevancia en nuestro país. La brecha educacional existente en Chile es tan abismante, que las diferencias existentes entre personas que se prepararon en uno u otro lugar, son fácilmente diferenciadas a la hora de relacionarse en la universidad.
Paulina Rodriguez es estudiante de Educación Parvularia de la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación (UMCE) y reconoce que en la vida universitaria existen marcadas diferencias entre quienes estudiaron en algún establecimiento privado o municipal emblemático, y aquellos provenientes de técnico profesionales o subvencionados. “Me tocó ver que, muchas veces, compañeros provenientes de instituciones no pagados ni tradicionales, no tenían la más mínima capacidad de redacción. En cuanto a competencias lingüísticas, tanto orales como escritas, hay diferencias abismantes entre colegios y, obvio, que esto genera discriminación”.
Si bien hoy las posibilidades de entrar a la universidad son mucho más grandes que antes, la mantención dentro de ellas para algunos es bastante difícil. La formación que nos entregan nuestros colegios de procedencia, muchas veces definen nuestro rendimiento académico en la educación superior y, si no contamos con una base sólida, la obtención de un título se pone complicado.
Eduardo Madrid, estudiante universitario, proveniente del colegio privado Alcantara Cordillera, dice que la calidad entregada por un establecimiento pagado, le ha entregado muchos beneficios en su desarrollo universitario. “La educación en mi colegio era muy personalizada y, por ende, siento que me prepararon mucho mejor que a otros en donde cada profesor debía relacionarse con 45 alumnos a la vez. El único punto en contra es que, algunas veces, se me ha criticado el hecho de haber estado en una 'burbuja', por no haber participado nunca en marchas estudiantiles, ni estar al tanto de las peticiones educacionales que otros jóvenes sí manejan”.
El factor social, evidentemente, es una característica bastante diferenciadora entre alumnos de colegios privados y municipales. Los segundos, están acostumbrados a una realidad económica muy distinta y, por tanto, se ven obligados a luchar por derechos y necesidades que los primeros desconocen.
Gloria Chanez, Psicóloga Infanto-Juvenil de la Universidad Central admite que, “la sociedad chilena es muy discriminadora y el colegio de donde provengas, evidentemente, se hace sentir a la hora de emitir prejuicios frente a los estudiantes”. Sin embargo, agrega que “en la gran mayoría de los casos, la exclusión que generan este tipo de prejuicios, fortalecen la personalidad de las personas y las hace estar más preparadas para enfrentar cualquier tipo de circunstancia en la vida”.
Mientras la brecha entre colegios pagados y municipales, en cuanto a calidad educacional, siga existiendo de forma tan marcada en nuestra sociedad, lamentablemente, las discriminaciones y grandes diferencias entre estudiantes chilenos, seguirán siendo una piedra de tope en la entrega igualitaria de oportunidades.
Ustedes qué piensan ¿Ha sido importante el colegio en el cuál estudiaron? ¿Los ha influenciado en su vida universitaria?