Llegar del trabajo a la casa, puede ser aún más estresante que estar realizando labores en él. El tema es cómo evitar el pensar acerca de la reunión del otro día o de lo que dirás en la presentación frente a tus colegas, entre otros. Si bien es cierto que el hogar es uno de los lugares más gratos para descansar, no siempre es así.
Por lo general, la jornada laboral consta de 45 horas por semana o 10 horas por día (según la página de la Dirección del Trabajo). Es decir, si entras a trabajar a las 8:30am, a las 18:30pm, ya debieras estar partiendo de vuelta a tu casa. Sin embargo, no en todos los trabajos se respeta esta norma establecida en el Código del Trabajo. Si esto fuese así, los trabajadores de cualquier empresa que permanecen sobre el tiempo estipulado, deben ser remunerados con horas extras.
A pesar de todo lo anterior, lo cierto es que siempre queda algo por terminar en nuestro lugar de trabajo. Ya sea porque te dejaron el último “cachito” del día o porque simplemente te retrasaste en terminar el informe que debías entregar con anterioridad. Para la psicóloga con magister en Psicología Laboral de la Universidad Adolfo Ibáñez, Valentina del Fierro, lo primero que se debe hacer para evitar lo anterior, es “ser eficiente en los horarios de trabajo para poder cumplir las metas y objetivos propuestos, propiciando desafíos que motiven a los trabajadores y les permitan desarrollarse, no sobre estresarse”.
Otra de las opciones, es establecer una línea imaginaria y divisoria entre el ámbito laboral y el personal. Esto, conlleva el no contestar e-mails o llamadas relacionadas con el trabajo, como también llevarse labores atrasadas a la casa. Sabemos que la profesión es importante para todos nosotros, pues ante todo, es nuestra fuente de sustento y desarrollo. Aún así, “es igual de importante que el tiempo personal, el cual debemos definir en términos de lo que nos hace sentir bien y felices, ya sea hacer ejercicio, pasar tiempo con la familia, hobbies o pasatiempos personales, como pasear al perro, ir al cine, etc. Es como un “templo sagrado” donde “recargar las pilas”, con el fin de despejarse del ajetreo laboral y sus exigencias. Lo más importante es descansar para enfrentar de mejor forma el día laboral que viene”, agrega la psicóloga, quien además actualmente se desempeña en el área de desarrollo de personas de una relevante empresa.
Ante esto, es importante tener en cuenta que el estrés, es una enfermedad que puede ocasionarse por lo mencionado anteriormente. Esto, porque simplemente no logramos desligarnos de las preocupaciones diarias, lo que también puede provocarnos otros padecimientos, debido a que esto debilita a nuestro sistema inmunológico y por ende nos hace más propensos a contraer resfríos, depresiones, entre otros.
Según explica la psicóloga laboral, los consejos a seguir son los siguientes:
- Hacer un análisis de su situación personal y laboral, fijándose en cómo manejar esta ecuación; ¿Es equilibrada? ¿Cómo utilizo mis horas laborales de forma eficiente? ¿En qué gasto mi tiempo personal? ¿Me satisface?
- Realizar un plan de acción que fomente el equilibrio entre ambos aspectos.
- Conversar del tema con compañeros de trabajo, superiores e inferiores (de ser el caso). Es necesario poner el tema sobre la mesa para tomar cartas en el asunto. Trabajadores equilibrados son trabajadores felices y eficientes, por ende se fomenta un mejor clima laboral y se logran objetivos.
- Buscar alguna actividad física que fomente la relajación. El deporte es uno de los mejores aliados contra el estrés, sólo busque el que más se adecue a usted y sus capacidades. Como recomendación pruebe Yoga, Pilates, Tai chi, caminatas por el parque, etc. Incluso, sirve aunque sea una vez al mes, darse un regalito y recibir un masaje, reflexología, un día en un spa (aunque sea en su propia casa), etc.
- Busque su felicidad. Si la puede compartir con la familia y sus más cercanos, será mucho mejor.
¿Cómo desligar el trabajo de tu vida personal?
Publicado
por
Marcela Vilaxa Watt