Pensar que queda, por lo menos, un par de meses de invierno, y además, saber que estamos a un paso de la inminente vuelta a clases para el segundo semestre, es, sin duda, deprimente. Por ahora no nos queda más que recordar aquellos memorables momentos de verano, que incluyen: playa, carrete, mochileo, sol, distorsión y relajo total.
Y es que quien no haya experimentado un paseo a la playa o unas vacaciones con sus amigos a cualquier sitio fuera de Santiago, simplemente, no se puede catalogar como joven. Es algo que todos deben hacer por lo menos una vez en su vida; para muchos es algo así como el “primer paso” a la independencia: una instancia en que por una semana entera (o más para los suertudos) te desligas por completo de tus familiares, haces lo que quieras, comes lo que se te antoje, y no tienes que darle explicaciones a nadie.
Mis experiencias en cuanto a vacaciones con amigos han sido muchas y bastante buenas. Desde tercero medio que comencé a salir todos los años, por lo menos una semanita, a cualquier lugar del litoral central, con el mismo grupo de amigos. Teníamos la suerte de que una amiga tenía casa en la playa y nos íbamos a aquel refugio sin pensarlo dos veces; no gastar en alojamiento facilitaba bastante la cosa.
Fuimos creciendo y, ya en la universidad, las expectativas y los planes aumentaron. Comenzamos a juntar dinero durante todo el año o a conseguirnos trabajos full en diciembre, para hacer montos que nos dieran para arrendar casas en distintos lugares. Además, ya no tan sólo necesitábamos plata para alimentarnos, sino que también para abastecernos con su copetito loco.
Mis últimas vacaciones fueron las más planeadas y extremas. Con dos amigos nos fuimos a mochilear al sur y recorrímos como nunca lo habíamos hecho en nuestras vidas. Partimos en Chiloé, siguiendo por Puerto Montt, Puerto Varas, Petrohué, Valdivia, Villarica y más. Acá la distorsión y la tomatera no fueron nuestra prioridad; queríamos conocer, y de verdad, es una experiencia que recomiendo cien por ciento, por lo menos para ser vivida una vez.
Las únicas dos cosas molestas fueron el peso de la mochila, y dormir en carpa (el suelo) por tantos días seguidos. Ah! y comer la mayor cantidad de jornadas continúas fideos: ¡infaltables!. Pero debo rescatar que conocí mucha gente buena onda, experiencias distintas, y lugares preciosos : Petrohué y el Lago de Todos Los Santos, lejos, el sitio más recomendable.
La idea de hablar de esta tema es motivarnos en este invierno, comenzando el segundo semestre con la mejor vibra, y ponernos a recordar nuestros mejores viajes a la playa con amigos. Así que los invito a compartir sus experiencias. ¿Alguna anécdota estando fuera de Santiago con los amigos? ¿que lugares han visitado? ¿recomendaciones?
En esta página podrás encontrar contenido interesante para organizar tu mochileo: http://www.chilemochilero.com/
Acá te dejamos otras páginas que podrían serte de mucha utilidad para organizar tus próximas vacaciones!: Concha joven Sernatur Turismo joven Viajeros
Si andas buscando experiencias mochileras, este blog te podría parecer bastante entretenido: Diario mochilero