Muchas veces he pensado que estamos en un país en donde, principalmente en instancias privadas, no se valora la excelencia y el esfuerzo. Y lo digo con toda propiedad, basándome en mi propia experiencia. En las universidades estatales las becas son bastante asequibles, y las instituciones tienen una mentalidad de apoyo estudiantil fuerte, en donde si no tienes dinero; pero sí las habilidades e inteligencia, los esfuerzos por entregarte ayuda y brindarte de igual modo una oportunidad para estudiar en ella, son bastante reales.
Tengo amigos en la Universidad Metropolitana de la Educación (UMCE) y en la Chile, y ninguno de ellos está estudiando, por lo menos, con algún mínimo tipo de ayuda económica. Si eres una persona movida, que lucha porque valoren su inteligencia y tienes reales ganas de sacar adelante tu carrera profesional, sin duda, encontrarás una manera de pago dentro de estas instituciones.
Pasando a analizar la entrega de becas ofrecidas por universidades privadas, la decepción es absoluta. Estando dentro de una puedo asegurar que, simplemente, no existen. Un ejemplo claro de esto es que pertenezco a los 10 mejores promedios de mi generación, sin embargo, pese a mis insistentes peticiones y acercamientos al jefe de carrera para indicarle lo complejo de mi panorama económico, las respuestas siempre han sido las mismas: "no hay nada que podamos hacer por ti", "no tenemos una política de becas que pueda ayudarte".
De esta forma, no se valora a los alumnos por su rendimiento dentro de la institución; a ellos sólo les importa que entren, paguen la inmensa suma del arancel y listo. La mentalidad de la universidades privadas está a años luz de ser representativa del estudiante, ponerse en su lugar y darle las ayudas mínimas para que este se desempeñe de forma íntegra en su futura profesión.
Si de becas alimenticias se trata, jamás pude obtenerla, pese a estar pasando por problemas realmente graves en el ámbito económico, nunca obtuve una respuesta satisfactoria. En segundo año me acerqué a la asistente social y su desinterés me provocó absoluta decepción. "Sólo se les da a alumnos de primer año", intenté explicarle mi problema, pero simplemente no le importaba escucharlo. Las universidades privadas no intentan solucionar las dificultades de los estudiantes; la mentalidad es absolutamente empresarial y no valoran el rendimiento, mucho menos el esfuerzo.
Y me parece que mientras más privatizaciones se realicen en el ámbito educacional, peores serán las posibilidades de becas para los estudiantes chilenos. El alejamiento del Estado del sistema educacional, se traduce en un distanciamiento también de aquella visión de "Estado Docente", en donde éste funciona como subsidiario y apoyo neto hacia alumnos que deseen obtener un título profesional.
En nuestro país esta situación cada vez es más distante: mientras que la empresas se siguen llenando el bolsillo con sumas exageradas de aranceles, que los jóvenes se ven obligados a cancelar a través de créditos con millonarios intereses, las faltas de oportunidades y apoyo monetario se ausentan cada vez más
¿Qué opinan ustedes? ¿estás conforme con la ayuda monetaria que te entrega tu universidad? ¿existen? ¿Crees que Chile es un país que no entrega todo el apoyo que necesita al sistema educacional?