Leyendo informaciones oficiales del Ministerio de Educación, me enteré que el Panel de Expertos para una Educación de Calidad entregó un informe acerca de nuevas medidas que mejorarán la Profesión Docente de nuestro país, que se traduciría, por ende, en un mejor sistema de enseñanza. Esta situación parece ser la piedra de tope más relevante en el surgimiento de Chile, como una nación que pretende reforzar sus vías al desarrollo; por eso me sorprende la poca profundidad que poseen dichas futuras políticas.
Este panel focalizó su actuar en tres áreas fundamentales: asegurar una buena formación inicial de profesores en universidades, diseñar una carrera pedagógica que permita atraer a alumnos destacados y con mayores habilidades; y dotar a sostenedores y directores de mayor autonomía
Bajo mi opinión, las dos primeras visiones me parecen acertadas, siempre y cuando adjuntaran un accionar realizable y efectivo; completamente comprobable en las medidas que se realizarán para lograr dichas metas. Es decir, ¿realmente existirá una fiscalización adecuada en las Universidades? ¿Cómo se logrará realizar esto en las mallas curriculares de las universidades privadas, si se supone que éstas son autónomas y deciden sin ayuda ni reglas del Ministerio de Educación?
Por otro lado ¿de qué forma se diseñará una nueva carrera docente capaz de atraer a jóvenes más habilidosos y con mayores capacidades, para así mejorar la educación de nuestro país? ¿Cómo se logrará insertar en la totalidad de universidades? Siguen siendo preguntas sin responder. Señores del Panel y Ministro de Educación: para que un paquete de medidas tenga real efectividad y utilidad, es necesario responder a todas las preguntas que harán de éstas un conjunto de reglas utilizables.
Si bien las dos primeras medidas me parecen óptimas, pero vacías en su accionar tangible, con la tercera me encuentro en total desacuerdo. Darle mayor autonomía a directores y sostenedores deja la educación de nuestro país en un libre albedrío sin Dios ni ley. Cada uno tendrá más derechos para hacer lo que quiera, sea beneficioso o perjudicial, sin una entidad que ponga los puntos sobre las íes y fiscalice el correcto funcionamiento de todos los colegios de nuestro país.
Otras de las medidas que anunciaron, y me parecen más acertadas y creíbles son: aumentar los puntajes mínimos de ingreso a pedagogía, becar y dar incentivos especiales a estudiantes de 600 y 700 puntos en la PSU y que elijan ser profesores, y tomar un examen obligatorio a los alumnos que egresen de pedagogía.
Acertadas pero superficiales. Es decir: que el puntaje de ingreso a carreras pedagógicas sea más alto no significa necesariamente que la formación que estos estudiantes "destacados" sea adecuada y efectiva en las universidades que ingresen. Es como desligar a las instituciones de su deber, dándole toda la responsabilidad a los estudiantes y al esfuerzo que ellos utilizan para sacar ponderaciones meritorias.
Creo que el interés por mejorar la educación sí se está haciendo sentir, pero con tantas personas especializadas a cargo de este tipo de programas, no me parece que tengan real eficacia; no por lo menos a la altura de las promesas que sostuvo el comienzo del actual gobierno. Los problemas reales no están siendo tocados: el lucro, la falta de becas, los excesivos costos de los aranceles y sus desmedidas alzas anuales (tanto de instituciones estatales como privadas), la poca fiscalización y la desigualdad inmensa generada por la municipalización; desgraciadamente, brillan por su ausencia.
Y tú, ¿qué crees? ¿te parecen adecuadas estas medidas? ¿qué hace falta para mejorar de verdad la educación de nuestro país? No dejes de debatir frente a este tipo de temas que son de tamaña importancia para ti, como futuro profesional, para tus futuros hijos y para el país donde ellos vivirán.