Pienso que la mayoría cuando entramos por primera vez a la educación superior, nos preguntamos muchas cosas, como por ejemplo, cómo serán los profesores, que tan difícil serán las asignaturas y una de las más importantes: como serán mis nuevos compañeros de curso?
Ya sobre la marcha, típico que uno comienza a conversar ciertas personas, algunos como yo, lo primero que hago es observar a los demás, sin aislarme obviamente, para ver personalidades a fines y cachar con quien podría hacer grupo de trabajo.
En un principio todo comienza con una sola intención la cual es desempeñarse de la mejor manera al momento de realizar trabajos en equipo, pero a medida que transcurre el tiempo se vuelve más que eso, se generan lazos de amistad increíbles que en algunos casos traspasan las barreras de lo netamente estudiantil y pasan a convertirse en verdaderas amistades.
No creo que sea solamente mi caso pero tampoco subiré a todos a bote ya que esto es una apreciación personal, ya que yo hasta el día de hoy aun me junto con mis amigas a celebrar sus cumpleaños, o solo conversar, al menos nos llamamos una vez a la semana para saber cómo estamos.
Es rico tener amigos en quienes uno puede confiar y complementarse, de hecho creo que en la educación superior es donde creé lazos más fuertes de amistad más que en todos mis años de media y básica, y puede que se deba a que por el hecho de estar en la misma carrera y compartíamos más cosas en común a pesar de que teníamos personalidades muy distintas, pero que buenos momentos que vivimos juntos y mejor aún recordarlos.