Cuando decidimos estudiar una carrera universitaria, pocas veces se nos pasa por la cabeza todo el cuento de la vocación, ya que pensamos que ésta va a surgir con el tiempo, cuando ejerzamos nuestra profesión luego de años de estudio. Pero en el momento en que ya somos profesionales y debemos cumplir con ciertos horarios, reglas y metas establecidas en nuestro lugar de trabajo, puede nacer la tan temida “crisis vocacional”.
Si esto llega a ocurrir, no queda otra que ponernos a reflexionar sobre nuestros gustos e intereses. Quizás esta repentina crisis nos puede asustar y hacernos pensar sobre nuestro futuro, pero no hay que precipitarse ni dejar que el pánico nos aceche, sino por el contrario: intentar reencantarnos con nuestra profesión y comenzar a recordar aquellos momentos en que nos gustaba cada detalle de ésta.
Una buena alternativa para alejar este temor de nosotros es cambiar de ambiente. Si esto significa comenzar a buscar un nuevo trabajo, no hay que descartar ninguna alternativa, ya que incluso esto puede traer muy buenas consecuencias para nuestra estabilidad laboral y mental. Hacer nuevas cosas, distintas a las que hemos estado haciendo durante muchos años, puede ser una excelente vía para volver a encontrarle sentido a la carrera que estudiamos.
Quizás distraernos con nuestros hobbies también puede ser una buena alternativa. Tal vez en la actualidad somos exitosos profesionales, pero siempre nos ha picado el bichito de no haber estudiado algo relacionado con otros gustos que a menudo nos vuelan la cabeza. El deporte, para quienes gustan del ejercicio, es otra opción que nos permite pensar en otras cosas y despejar un poco la mente.
Perfeccionar nuestros estudios nunca está de más. Si encuentras que tu profesión ya se te hace demasiado monótona, quizás adquirir una mayor cantidad de conocimientos es una buena idea para fortalecer nuestro currículum y, además, proyectarnos con mejores oportunidades en trabajos futuros.
Y tú, ¿has tenido alguna vez una crisis profesional? Cuéntanos tu experiencia, ¿qué hiciste cuando esto ocurrió?
¿Qué hacer si perdemos la vocación profesional?
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