El que diga que nunca ha sufrido por amor, que tire la primera piedra. Creo que nadie podría decir que no ha vivido alguna pena relacionada con el corazón, evidentemente, unos en mayor grado que otros. En muchos de los casos suele ser por un amor no correspondido, pero según mi visión, las más dolorosas y difíciles de superar son aquellas en donde se termina con el pololo/a, o lo que es aún peor; nos patean.
Es claro que mientras más enamorados nos sintamos de nuestro/a ex, más doloroso puede resultar el rompimiento, sin embargo, lo que a muchos desespera y suele ser determinante para querer, una y otra vez, volver, es el fuerte impacto que produce acostumbrarse a una nueva rutina de vida sin esa persona: ya no hay con quien pasar las tardes del fin de semana, a quien llamar por teléfono por las noches o a quien contarle las experiencias de tu día.
Pero hay distintos métodos para superar un rompimiento, todo dependiendo de la personalidad de la persona. Para algunos la situación es tan difícil que les impide hasta salir de su casa (esperando la posible llamada de reconciliación, que al final nunca llega); escuchando canciones ultra mamonas y llorando a más no poder (porque se supone que así se botará toda la pena)
En el segundo caso está todo lo contrario. Aquel/lla que para superar el difícil momento que está pasando decide contactarse con cualquier amigo disponible, incluso con aquellos que no ve hace años, con tal de tener algún panorama, carrete o salida a cualquier parte, que le impida quedarse en casa pensando una y mil veces en su profunda pena.
La tercera posibilidad de superar un quiebre amoroso es mucho más típica en los hombres y pareciera ser la peor de todas: aquella en que buscas salir a discos, pubs, o simplemente llamar a una vieja "amiga con ventaja", para encontrar la oportunidad de agarrártela y tratar de olvidar por todos los medios a tu ex. Por ahí dicen que un clavo saca a otro clavo, y muchos se escudan insistentemente en este dicho.
Hay algunas parejas, sin embargo, que suelen terminar y volver a cada instante. Yo soy un poco más drástica, y creo que si alguien ya no quiere seguir con la otra persona;hay muchos conflictos, chocan las personalidades, o simplemente, ya no se siente lo que se sentía antes, es mucho mejor dar vuelta la página definitivamente y no seguir pegada/o. En estas relaciones, la credibilidad de las palabras "terminemos" y "volvamos" pierden cien por ciento la credibilidad y seriedad que poseen; se llega a un punto en que la confianza por el otro no se puede recuperar, por muchas ganas que se tengan de enmendar la situación.
Una de las situaciones que me causa bastante gracia, es que ahora todos nos enteramos de los términos, hasta de las personas más lejanas a nosotros, a través de nuestra queridísima red social: facebook. "Juanito Pérez ha pasado de estar en una relación a estar soltero", y no faltan los amigos/as cizañeros que ponen "me gusta" u otros comentarios que podrían empeorar el sentimiento de la/el ex del susodicho.
Los términos son inevitables y los mismos científicos le han puesto, según estudios, caducidad a la duración del amor. Los más optimistas dicen que puede mantenerse como máximo por tres años, los menos esperanzadores sólo le dan un año; lo demás sería parte de un proceso de rutina y acostumbramiento, o simplemente miedo a estar solo/a.
Y a ti, ¿te ha tocado vivir algún rompimiento complicado? ¿te ha costado mucho? ¿como lo superaste? Cuéntanos tu historia, estamos más que seguros que podría ser de gran utilidad para aquellos que están pasando por lo mismo y no saben muy bien como reponerse.