Siempre he pensado que la educación en Chile, en cuando a costos y financimiento, es un abuso para la gran mayoría de los jóvenes que quieren ser algo en la sociedad. Y es que los precios de estudiar en una universidad son, si se quieren llamar de alguna manera, desvergonzados. En comparación con otros países, somos uno de los que más dinero invertimos en poder obtener algún título profesional.
Para intentar solventar esta situación, se ha propuesto, principalmente por instituciones privadas y una que otra instancia estatal, dar la opción a los jóvenes de obtener los tan útiles (y a la vez odiados) créditos universitarios. Esta alternativa, representa para la gran mayoría de los estudiantes chilenos una posibilidad real para ingresar a la educación superior, ya que de no existir, muchos (inclúyendome), jamás habríamos tenido acceso a ésta.
Actualmente estudio en una universidad privada, que es considerada una de las más caras de nuestro país, y no porque yo tenga mucho dinero, sino que dentro de todas las instituciones era la mejor en la carrera que quería estudiar: no me quedó otra más que acceder a un cŕedito universitario.
Justo en el año en que quise entrar a estudiar, se comenzó a implementar el Crédito con Aval del Estado, así que postulé y afortunadamente me lo otorgaron. Creo que es un buen método, ya que sus intereses son bastante bajos y posee facilidades de pago bastante interesantes, sin embargo, tuve que enfrentarme a un problema mayor: el 100% de este crédito no abarca el total de mi arancel universitario (logra cubrir tan sólo el 50% de éste).
Lo único que podía hacer para entrar a estudiar fue tratar de conseguirme otro crédito, y así, con los dos, lograr abarcar el 100% del costo. De esta manera, accedí también al CORFO, que lamentablmente es uno de los que posee más tasa de interés, y a la larga uno termina pagando casi el doble de lo que pidió.
Una lata comenzar la vida con deudas, más en mi caso que es con dos, pero lamenteblamente no tuve otra opción y no me iba a quedar sin estudiar. El crédito CORFO me significará 15 años de vida, en donde tendré que reorganizar mi sueldo para cubrir el porcentaje de mi dos deudas. Cuático igual.
Si de universidades estatales se trata, la cosa no cambia mucho. Es cuestión de fijarse en los aranceles de la Universidad de Chile o la Católica para darse cuenta que no son tan diferentes a los de las privadas. Sobre todo en la segunda, que prácticamente son los mismos. Lo que sí hace la diferencia, sobre todo en la Chile, es la existencia de becas a personas que tengan un bajo nivel socioeconómico, que en instituciones como la mía no existen ni por si acaso.
Me parece increíble que los aranceles sean tan altos. Por ahí dícen que lo bueno sale caro, pero no creo que este dicho represente a los derechos de las personas. Porque para mí eso es la educación, más que un beneficio, corresponde a los derechos que todo estado debe promover y asegurar en sus ciudadanos, tal y como también debería serlo la salud.
¿Por qué en países como Argentina, tanto la educación secundaria como superior es gratuita, y en cuanto a calidad representan, para organismos internacionales como la Unesco y la Unicef, un símbolo de avance y progresismo en América Latina, y en Chile pagamos millonadas y ni siquiera destacamos?
La educación de mercado, como está establecida en nuestro país desde el régimen militar, más me parece un robo que un beneficio. Es cierto que la cobertura se extendió, y hoy en día estudian muchos más jóvenes de lo que lo hacían antes, pero a costos extraordinarios, que bordean lo exagerado. No sé si esta situación representa necesariamente un avance, como se le pinta en los sectores más neoliberales de nuestro país.
Les dejo el problema sobre la mesa para saber cuál es su opinión. ¿ son los aranceles de las universidades de nuestro país excesivos? ¿los créditos universitarios son cien por ciento viables y óptimos? ¿cómo te gustaría que fuese el financimiento de la educación superior? ¿el estado debiese tener más influencia?