Para algunos es todo un misterio; para otros es algo tan normal como ir al baño. Sea cual sea el caso, lo cierto es que los moteles siempre son un tema que nos intriga, y es obvio: la vida sexual es algo importante, y eso no hay que negarlo, por mucho pudor que a veces nos dé.
¿Cuánto sabes de moteles? No creo que exista alguien que no esté al tanto de esos que están en las cercanías del Barrio República porque, querámoslo o no, es un secreto a voces que corre constantemente. Tampoco creo que sean pocos los que han ido a consultar precios (así como por si las moscas), pensando que puede ser una buena opción ir con el pololo o la polola a pasar un buen rato.
Yo reconozco que de moteles sé bastante poco, los únicos que cacho son esos de República, porque son los que están en mi entorno más cercano, pero de otros lados ni idea. De precios sé menos, no estoy muy al tanto sobre cuál es el presupuesto promedio que hay que tener para ir a un motel, pero sí sé que todo depende del sector en que esté ubicado y de la “calidad” y renombre que éste tenga.
Lo que sí he escuchado bastante es sobre los precios especiales para estudiantes, que al parece funciona sólo mostrando el pase escolar, lo que obviamente es un punto a favor para nuestras billeteras, ¿o no?
Ir a moteles puede ser muy del gusto de algunos, pero también es cierto que la fama que tienen ciertos moteles en Santiago, no es de lo mejor, y quizás es esa la razón por la cual varias personas prefieren no ir y quedarse regaloneando en la casa.
Muchos deben acordarse de ese reportaje que hicieron en Informe Especial de TVN hace algún tiempo, donde mostraban asquerosas imágenes que revelaban la pésima higiene de diversos moteles de la capital. Aquí no había grandes diferencias entre lujosos lugares y otros más chantas, ya que, pese a la ubicación que tuvieran, fueron pocos los que pasaron la prueba de higiene que hicieron los periodistas encargados de la investigación.
Para elegir un motel al cual ir con tu pololo(a), amigo(a) con ventaja, andante o lo que sea, lo primero debe ser tener un buen antecedente del lugar al que irás. No hay que tener miedo o vergüenza de preguntar a tus cercanos sobre recomendaciones, porque obviamente es mejor pasar por eso, que andar después pasando un mal rato en un motel que no era lo que esperabas.
Los moteles siempre han sido símbolo de “infidelidad”, o al menos esa sensación tengo yo. Lo típico que te muestran en las películas o series es el mino que engaña a su polola con otra en un motel, ojalá lejos de la ciudad para que nadie lo cache. Pero en realidad, esa idea ya está quedando atrás, porque poco a poco las parejas se han dado cuenta que ir a pasar un rato a estos lugares no es ningún pecado, sobre todo cuando la privacidad en sus propias casas escasea.
Para finalizar, les entregamos unos cuantos links donde pueden enterarse de precios y ubicaciones de algunos moteles de la capital. Nunca está de más al menos tener datos, por si te surge el bichito de la curiosidad.
Hotel Sol y Luna Motel Echaurren 316 Motel El Duende Hotel Maravilla
Y tú, ¿encuentras normal ir a un motel? Si no has ido nunca, ¿irías a uno?