Dejar el nido no es tan fácil

Un gran paso en nuestras vidas de “casi adultos” es el decidir en qué momento nos independizamos. Llega un punto en que queremos sentirnos más libres, y comenzamos a planear nuevos horizones, fuera de nuestra casa, para así saber lo que significa la vida adulta y el hecho de rascarnos con nuestras propias uñas.

Tengo varios amigos que ya hablan de irse a vivir solos, y andan buscando un departamento que se ajuste a sus necesidades. Lo bacán del asunto es que actualmente existen infinidad de opciones en cualquier sector, donde los precios de arriendo van desde los 120 mil pesos hasta unos 200, adquiriendo por este valor un departamento bastante piola.

Está claro que lo primero que hay que pensar antes de que se nos pase por la cabeza la idea de irnos de nuestra casa, es en tener un sueldo fijo. Quizás trabajar los fines de semana, para ahorrar unos cuantos pesos que nos permitan darnos una vida independiente digna, y podamos pagar nuestros gastos básicos.

Para irse a vivir solo, hay que tener en cuenta muchas cosas que puede que no las pensemos antes de tomar la decisión. En primer lugar, hay que ser una persona súper independiente en todo sentido, y dejar de lado el espíritu mamón que habita en cada uno de nosotros. Debemos aprender a hacer las cosas por nosotros mismos, sin depender de otros. Por ejemplo, leer unas cuantas recetas no nos vendría mal, así no nos aburríamos de comer siempre los clásicos fideos con huevo frito. Lavarse uno mismo la ropa y mantener un orden "decente" igual es otro requisito, si no queremos vivir en condiciones tan poco dignas.

También está la opción de irse a vivir con un compañero o un amigo con el que sepas que no tendrás problemas de convivencia. Esta alternativa es una muy buena idea si sientes que aun no estás preparado para enfrentar la vida “de grande” por ti solo; además de que sale mucho más económico arrendar un departamento de a dos personas. De todas formas, esto puede traer una que otra complicación, como las típicas peleas por el orden, la música fuerte, etc.

Personalmente, yo he pensado varias veces en irme a vivir sola, pero en realidad me da miedo. No el hecho de que me asalten o algo por estilo, sino que me aterra la sensación de sentirme sola, onda llegar a mi casa, abrir la puerta y que no haya nadie, supongo que no me gusta mucho la soledad. Por eso, quizás me gusta más la idea de vivir con mi pololo, pero no todavía, tal vez en unos años más, cuando ya me sienta totalmente preparada.

Hay varios jóvenes que tuvieron que pasar por esto mucho antes de lo que hubiesen querido, ya que los estudios los obligaron a dejar su casa y su ciudad, en busca de una mejor educación, en la capital. Yo a ellos los admiro enormemente, porque no debe ser fácil vivir sólo teniendo recién 18 años, y hacer una vida muy distinta desde tan chicos.

Y tú, ¿te sientes preparado para una vida adulta e independiente? ¿te irías a vivir solo?